La llegada de ProPILOT a México y la introducción de asistencias de Nissan Intelligent Mobility —que no es sinónimo de ProPILOT— en Versa, Sentra, Kicks, Frontier o Altima destapó una conversación muy interesante sobre cuándo se masificarán las tecnologías de última generación en México. Platicamos al respecto con Rodrigo Centeno, director senior de mercadotecnia de Nissan Mexicana.
Para entender de qué va esta conversación, primero hay que saber en qué consiste ProPILOT. No se limita a la combinación del control de velocidad crucero adaptativo con el asistente de mantenimiento de carril. Es un programa con el cual el auto se hace cargo de acelerador, freno y volante, incluso en situaciones de tráfico; monitorea ambas líneas de carril y mide velocidad y distancia de los autos que van adelante y atrás, para seguir el ritmo del tránsito.
No es conducción autónoma como tal, sino un asistente que aumenta la seguridad al volante y a la vez vuelve menos estresante la conducción. El hecho de que Nissan, una marca de volumen, introduzca estas tecnologías —aunque sea en gama alta, con el Altima Exclusive— sin duda nos lleva a preguntarnos cuándo estará listo México para la llegada del coche autónomo y, sobre todo, cuándo se democratizará.
Es difícil calcular cuándo se masificarán estas tecnologías en México, pero estamos cerca
A muchos nos parece fascinante —y si no, cuando menos, interesante— la idea del coche autónomo. Las condiciones de las vialidades y del tráfico en los países que lideran este tipo de proyectos son muy diferentes a las de México. ProPILOT, según nos cuenta Rodrigo, pasó por algunos ajustes ligeros, que tuvieron que ver con las condiciones de altitud y de manejo, así como con la calidad de la pintura en las autopistas. El sistema recibió una programación específica para mercados como México y América Latina.
Las incógnitas no están sólo en la infraestructura. Las finanzas cobran un papel muy importante al hablar de nuevas tecnologías. Al preguntarle a Rodrigo sobre cuánto tiempo cree que tomará amortizar el costo de sistemas como ProPILOT, nos respondió que no es una variable fácil de calcular y, de hecho, es una pregunta muy grande hacia adentro de las marcas.
El ejecutivo pone como ejemplo a los vehículos eléctricos. El primer LEAF hace 10 años llevaba una batería de 24 kWh por cuestiones de costo; hoy el precio del kWh se ha reducido tanto, que un Nissan Ariya con batería de 90 kWh es viable. Algo así sucede con otras tecnologías del automóvil.
Según Rodrigo Centeno, no se puede saber el ritmo de reducción de costos de producción en el tiempo. "Se van a masificar cuando el costo de producción de estas tecnologías nos permitan que un vehículo promedio de un segmento C, que hoy puede tener un precio de 400,000 pesos en México, las incorpore con un costo extra de 10 o 15%, porque lo puedes diluir o administrar si tienes un brazo financiero sólido".
En ese sentido, aunque no existe un periodo certero, el ejecutivo de la firma japonesa asegura que "estamos muy cerca de que esa revolución comience, y comience fuerte". Un ejemplo de esos primeros pasos es la introducción de sistemas como freno autónomo de emergencia o asistente de mantenimiento de carril en modelos como Versa, Sentra o Kicks.
La eterna batalla entre tecnología y precio
Una pregunta que no podía quedar fuera es que si algunas tecnologías de asistencia a la conducción existen desde hace una década, ¿por qué se lanzan hasta ahora? Rodrigo responde asegurando que, como fanático de los autos —él y todos los que componen la industria— le encantaría traerlo todo, pero como ejecutivos tienen la responsabilidad de hacerlo en el momento correcto.
"No se trata de tecnología por el hecho de meterle más cosas a los vehículos y hacerlos más caros, sino que realmente estamos siendo super autocríticos en colocar la tecnología que consideramos que el cliente nos está diciendo que necesita. Es muy diferente decir «la tecnología que nosotros queremos, a la que el cliente necesita». (...) Lo estamos trayendo a México en el momento en que podemos asegurarle al cliente que no se trata sólo de una ecuación que a nivel tecnológico pueda funcionar, sino también a nivel financiero y de construcción de patrimonio".
Las asistencias de manejo podrían tener impacto en las aseguradoras
Al hablar de los beneficios de ProPILOT en México, Nissan pone a la seguridad en primer lugar y a la comodidad en segundo. Con esas prioridades definidas, una pregunta sobre la que vale la pena profundizar es si las asistencias de manejo o la conducción autónoma llegarán a tener algún impacto en el costo del seguro: ante menos probabilidad de un accidente, ¿menor el costo de la póliza?
Rodrigo Centeno nos cuenta que antes de lanzar cualquier modelo al mercado, la marca se lo muestra a su bróker de aseguradoras. El impacto de las nuevas tecnologías en el costo de la póliza de reflejará, sobre todo, a largo plazo, cuando hayan echado raíces y ganado más confianza por parte del consumidor.
Primero necesitamos que la gente sepa que [esas tecnologías] funcionan, para que le podamos apostar. A partir de ahí, "the sky is the limit".
"Si empiezas a hablar de temas como conducción autónoma, libre de emisiones o conectividad y telemática, llega el momento en que ya no dices que bajan las pólizas de seguro, sino que a quien asegures ya no sea al auto, sino a la persona que conduce. Esos modelos de operación y de negocio ya existen en otras latitudes del planeta, como en Japón. El precio de tu póliza va en función de los puntos que tienes en la licencia, para saber qué tan buen o mal conductor eres".
México ya está en la carrera tecnológica
Siempre hemos dicho que ante el aumento de la competencia entre las marcas, el más beneficiado es el consumidor. Ninguna marca querrá quedarse atrás de otra. Que Nissan suba el listón con asistencias de conducción en segmentos compactos y subcompactos, y que el consumidor responda favorablemente, hará que otros fabricantes se planteen hacerlo. Con más opciones de tecnología en las calles, los costos se reducirán.
La historia no termina con más asistencias. A la par de esas tecnologías ya se prueban autos capaces de cambiar de carril o rebasar de forma autónoma. Para que México sea capaz de recibirlas, antes deben pasar por un periodo de perfeccionamiento en las regiones que lideran esos proyectos. Eso, combinado a consumidores interesados, marcas dispuestas a trazar el camino y un gobierno que ponga de su parte desde el lado de la infraestructura —y sí, eso incluye también a vehículos eléctricos— ayudará a que los tiempos de espera en México por la mejor tecnología sean cada vez menores.