En el mundo hay pocos productos que son mejores que otros en relación a lo que pagas por ellos, por ejemplo, en el mundo de las carnes frías, generalmente entre más pagues por ellas, de mejor calidad son.
Pero éste es uno de los pocos ejemplos que se me vienen a la mente, porque en el mundo de los autos las cosas son totalmente diferentes, a pesar de la creencia de que un auto premium es mejor que otro no premium solo por ser más caro, no necesariamente es verdad. Te explicamos.
A menudo, cuando vemos un auto del segmento premium, consideramos que es mejor que el nuestro, y tal vez lo sea en algunas cosas; puede que su manejo sea mejor, que tenga más seguridad y más potencia, pero no siempre es así. También debemos considerar la durabilidad y costo de operación, de hecho, los coches premium se caracterizan por tener menor durabilidad y mayor número de fallas que los “normales”.
Recordemos que un auto premium no solo significa tener mejores plásticos o un motor potente, también tiene que ofrecer algo que la mayoría no tenga, en muchos casos los compradores de un auto premium son conejillos de indias, las marcas incorporan tecnología que todavía no ha sido probada en masa, por eso pueden ser susceptibles a un mayor número de fallas y claro, como es tecnología de punta, sus costos de reparación también están de punta.
En México, antes de la llegada de Mercedes-Benz en el año 1994, lo máximo a lo que aspiraban los ricos del país era a un Grand Marquis o una Suburban, cuando llegaron las marcas premium todo cambió. Ahora puedes escoger entre comprarte un BMW Serie 1 o puedes comprarte un Focus ST, mejor aún, un Focus RS. ¿Cómo? ¿Quién en su sano juicio compraría un Ford antes que un BMW? Pues, a ciencia cierta, hay más alegría en un RS que un Serie 1.
A pesar de tener mejores acabados, el BMW Serie 1 puede ser menos divertido, menos explosivo y probablemente termine perdiendo más dinero al momento de la reventa que al momento de revender el Focus RS, las reparaciones serán mucho más baratas en el Ford y el seguro contra daños también.
En la siguiente imagen se puede ver el costo del seguro de un BMW 120iA 3 puertas Sportline 2017 automático con un precio al público de $499,900 pesos, comparado con el costo del seguro de un Ford Focus ST 2017 con precio de venta al público de $481,700 pesos, la diferencia es de $6,552.72 pesos anuales a favor del Ford.
Generalmente las personas que compran un auto premium por primera vez no consideran estos aspectos y cuando lo quieren cambiar se sorprenden y hasta se sienten estafados, pero es la realidad, los autos de este segmento se deprecian más que uno común, por sus altos costos de mantenimiento, seguro, generalmente por ser más potentes el consumo de gasolina es más elevado y una reparación mayor puede costar hasta más de la mitad del valor comercial del auto.
En promedio de reventa un Volkswagen Golf séptima generación año 2015 pierde $50 mil pesos respecto a uno modelo 2017, mientras un Audi A3 Hatchback 2015 pierde $70 mil pesos respecto a uno 2017 según promedios de venta en mercado libre.
¿Entonces por qué son tan caros? Porque ofrecen prestigio, pagas el prestigio que tiene la marca. En ocasiones sí obtienes desempeño superior y tecnología de punta, en otras sólo obtienes el prestigio del nombre. Existen marcas que han trabajado en los últimos años en mejorar la calidad de sus autos, aumentar la cantidad de detalles y de equipamiento, por ejemplo, Mazda trabaja en ser una alternativa racional a los premium; por otro lado, Volvo está trabajando en ser una marca por encima de los comerciales pero sin ser tan costosa como las tradicionales alemanas.
Se está abriendo un hueco entre los dos segmentos que servirá para satisfacer la demanda de clientes que quieren algo más pero a un precio justo, sin tener que demostrar a través de un logotipo que tienen un buen producto.