Cuando hablamos de Porsche imaginamos de inmediato a una marca alemana fuerte, bien cimentada con una gran variedad de productos y ventas que se mantienen o crecen. Desafortunadamente, no siempre fue así para la marca de Stuttgart, a mediados de los 90 luchaban por mantenerse a flote, por ello aceptaron una invitación que el gobierno chino hizo a muchas marcas en todo el mundo para desarrollar un auto económico para que la mayoría de sus habitantes tuvieran oportunidad de conseguir su primer coche, de ahí nace el Porsche C88.
Como te decía, durante esos años Porsche estaba a punto de entrar en banca rota y es que ni el Boxster, ni el Cayenne aún se volvían realidad —al menos uno de ellos ya estaba en el horno, pero no terminado —, por lo que la marca tenía que depender básicamente del 911.
Cuando la propuesta del gobierno chino llegó, Porsche lo vio como una gran oportunidad para llevarse el contrato y recibir esa inyección de capital que tanto necesitaba para salir de la zona de riesgo.
Al aceptar la invitación, Porsche sólo tardó cuatro meses en terminar el auto concepto, al que le llamaron C88 y que le dieron un logo distinto, ya que distaba mucho de ser un Porsche como los de la época. El C88 cumplía con todos los parámetros para hacerlo accesible y tal como se especificó, podía llevar a cinco personas.
El coche media apenas cuatro metros de largo y bajo el cofre sólo había un motor aspirado de 1.1 litros con 65 hp que le daban un 0 a 100 km/h de 16 segundos y apenas tocaba los 165 km/h como velocidad punta. Porsche, al igual que otras marcas que intentaron ganar el concurso, cumplieron con todos lo pedido, sin embargo, unos meses después el gobierno chino decidió dar por terminado el concurso sin nunca anunciar a los ganadores, pero sí tomando ideas de muchos fabricantes, incluyendo del C88 para las marcas que poco a poco comenzarían a crecer en aquel país.
El compromiso y la búsqueda de la victoria fue tal, que el mismo CEO de la marca en ese entonces, Wendelin Wiedeking, había presentado al público chino este auto en el Auto Show de Beijing de 1994, dando todo su discurso en mandarín.
En un último esfuerzo por mantener a flote el proyecto y obtener algo de regreso de lo invertido, Porsche buscó vender el diseño del auto a una marca de la India, desafortunadamente, nunca se concretó la venta. Actualmente el C88 está exhibido en el museo de la marca en Alemania.