Los fabricantes de autos chinos van por la dominación mundial con decenas de marcas, millones de autos y la expansión más allá de sus fronteras con fábricas en otros países, pero el gobierno de China no ve con buenos ojos la inversión en ciertos países.
El ministerio de comercio de China recomendó particularmente a sus fabricantes automotrices que no inviertan en India, Rusia y Turquía, según un reporte de Reuters. Con India, en específico, hay un conflicto sin resolver por la frontera con China en la región del Himalaya, lo que ha escalado a la cancelación de varios proyectos mercantiles.
El recelo del gobierno de China es menos severo al considerar la expansión de fábricas hacia Tailandia, por ejemplo, o en Europa, con Italia y España en la mira. Estos últimos dos países no han visto concretadas nuevas inversiones debido a que demandan un mayor conocimiento de las leyes y cultura local, explica el reporte.
Las autoridades chinas tampoco consideran recomendable la inversión en Rusia, pese a que los autos del país asiático han llenado el hueco dejado por la salida de varias marcas occidentales. Chery, incluso, estaría en pláticas con un manufacturero ruso para producir autos de forma local.
Otra marca en búsqueda de instalar una fábrica en Europa es Geely, aunque tampoco han decidido qué país podría acogerlos. Como Estados Unidos, Europa plantea tarifas más duras de importación de autos eléctricos hechos en China.
Algo interesante en la advertencia de las autoridades chinas es que no se menciona Latinoamérica, ni México, entre las recomendaciones negativas de regiones para invertir. Todo esto mientras MG Motor, BYD y Chirey continúan con la promesa de anunciar muy pronto en qué estados de la república instalarán sus primeras fábricas armadoras de autos.
