Bestune B70S a prueba: un SUV que se autodefine como un sedán convertido en crossover

Ustedes no están para saberlo ni yo para contarlo, pero en la familia existen dos chicas que nacieron el mismo día y casi a la misma hora. No son gemelas idénticas, sin embargo, evidentemente comparten rasgos fasciales y hasta de complexión, pues prácticamente miden y pesan lo mismo, y aunque cada una tiene su propia personalidad, comparten su buen humor, amabilidad y algunos gustos.

Algo similar sucede con los Bestune B70, que probamos hace un par de meses, y con el Bestune B70S, que recientemente estuvo en nuestras manos, dos vehículos de la misma marca, que comparten prácticamente todos sus elementos mecánicos, de equipamiento, dimensiones y peso, en torno a los 1,540 kilos, pero cuya principal diferencia se centra en el apartado estético: el primero ostenta una carrocería sedán, mientras que el segundo viste un traje de crossover, aunque si lo observas con atención, podría pasar más como un hatchback, inclusive hasta en las sensaciones de manejo.

De modo que ya te podemos adelantar que, tanto con el B70 como con el B70S, la firma china busca ofrecer dos opciones bien equipadas, pero una orientada para quienes son entusiastas de los sedanes y otra para quienes buscan un crossover, no hay que darle tantas vueltas a la deducción.

De vuelta al B70S, estéticamente sigue la apuesta por ofrecer un diseño elegante y deportivo que llama mucho la atención, tanto por los comentarios directos que recibimos como por las miradas que atrapaba a su paso.

En la parte frontal, la parrilla, que enmarca el emblema de Bestune y que cuenta con detalles verticales cromados, se adelgazó al máximo a lo ancho, pero en longitud se extiende hasta los faros, cuyos trazos luminosos LED para las luces diurnas forman una especie de T y cuyo trazo inferior se extiende hasta muy entrada la parte media de la fascia. Justo en esas zonas se integran las unidades de los faros principales.

Otro de los elementos que llama la atención son los trazos de la fascia, angulados y con líneas dominantes verticales diagonales por las que ingresa aire para refrigerar un segundo radiador destinado al aire acondicionado, mientras que el cofre es el mismo que utiliza su hermano sedán.

Las vistas laterales permiten ver los rines de aleación de 19 pulgadas de cinco brazos bitono, montados en neumáticos de 45 mm de perfil, así como las líneas de carácter que se remarcan conforme llegan a la parte trasera, dando mayor protagonismo a las salpicaderas hasta dar paso a las calaveras.

También destaca la línea del techo, con rieles de carga, y cuya curvatura se va desvaneciendo lentamente hasta el pilar C, donde se inclina radicalmente en la cajuela con apertura eléctrica, pero hace un espacio a un alerón superior, dotado de tres aberturas que mejoran la aerodinámica en esta zona, sin duda un accesorio bien integrado.

Del mismo modo que la parte frontal destaca a la vista, la trasera hace lo propio con una perspectiva robusta y abultada, cuya iluminación LED se extiende de extremo a extremo, y que en la parte inferior de la fascia se asoman las salidas de escape y un discreto difusor, un lenguaje de diseño bien logrado y aprobado por los ojos que lo observaron.

Una vez acomodados en el interior, el habitáculo nos resultó completamente familiar, pues más allá de algunas partes rojas de las vestiduras de los asientos, lo demás es idéntico al de su hermano sedán B70, incluido el buen confort y soporte que ofrecen todas las plazas, por lo que encontramos el mismo sistema de infoentretenimiento con pantalla de 12.3 pulgadas y cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas, así como el panel para manipular el sistema de aire acondicionado automático.

Del mismo modo que nos sucedió con el sedán, las únicas quejas que tenemos es que se debe ser cuidadoso con el acabado negro piano de la consola central, pues como sucede en otros coches, se raya con facilidad, la imposibilidad de vincular nuestro teléfono con Apple CarPlay o Android Auto, que el volante no sea ajustable en profundidad, así como la ausencia de paletas de cambio detrás del volante, aunque esto último es más un mero capricho propio.

Bajo el cofre tampoco hay sorpresas para nosotros, pues mantiene el propulsor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbocargado de 221 caballos de fuerza y 250 libras-pie de torque del sedán B70, unido a una transmisión automática de 6 velocidades, y que nos dejó un gran sabor de boca en carretera, en este B70S que manejamos completamente en ciudad, percibimos con más notoriedad el retraso del turbo al toque del acelerador.

Quizá ese comportamiento sea más propio de una falta de homologación más puntual y programación de la computadora que gestiona el funcionamiento del motor, pues en otros coches que hemos manejado provenientes de China, e incluso equipados con motores de menor tamaño, como el popular cuatro cilindros de 1.5 litros turbo, común entre los asiáticos, la respuesta al pisar el acelerador es menos tardada.

Pero una vez que alcanzamos los parámetros de entrega de torque, la fuerza es más que contundente, pues pasadas las 4,000 rpm, vaya que se convierte en un coche muy ágil, más de lo esperado, con un consumo de combustible en ciudad en torno a los 11 km/l.

La calidad de marcha está privilegiada por un esquema de suspensión bien equilibrado, por una atmósfera que se percibe premium, una posición de manejo confortable y por una insonorización bien conseguida, cosas que se agradecen en los embotellamientos a los que nos enfrentamos durante nuestro periodo de prueba.

En términos de seguridad también están presentes los elementos del sedán B70: desde seis bolsas de aire, hasta asistencia y distribución electrónica de frenado, asistente de arranque en pendientes, monitoreo de presión de llantas, control de tracción y estabilidad, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, mantenimiento de carril, monitoreo de punto ciego, aviso de colisión frontal y sistema de frenado automático, entre otros elementos.

El Bestune B70S está disponible en nuestro mercado por un precio que inicia en 634,000 pesos, con una garantía de 7 años o 150,000 kilómetros. Dentro de sus posibles rivales se podrían situar el CUPRA Formentor en la variante de 190 hp o con el Geely Starray.

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