Los oficiales de tránsito de Manifee, un pueblo ubicado en el centro de Arkansas, en Estados Unidos, levantaron tantas infracciones que ahora esta acción es ilegal en esta localidad. Las autoridades comenzaron a notar que los ingresos de este lugar comenzaron a incrementarse de manera sustancial, a tal grado que iniciaron una investigación para descubrir la razón.
El fiscal designado a este asunto descubrió que en 2020, se habían puesto multas cuya suma superaba los 120,000 dólares en Manifee, y no solo eso, pues también salió a la luz que un sólo agente de tránsito había levantado 771 infracciones de tránsito por exceso de velocidad, entre el 1 de enero de 2018 y el 24 de agosto de 2022.
Debido a ello, el fiscal sacó a relucir una ley del Estado de Arkansas en la que se especifica que los ingresos de una ciudad no pueden provenir en más de un 30% de las multas impuestas a los ciudadanos. Evidentemente se superó el límite máximo establecido y Manifee ya no pudo imponer sanciones por exceso de velocidad durante un año. Como era de esperar, el resultado dividió a los responsables políticos del lugar.
Al respecto, funcionarios de otras localidades, encargados de imponer sanciones por exceso de velocidad, calificaron la situación de Manifee como "desalentadora, cuando tantas comunidades carecen de confianza en la aplicación de la ley".
En contraste, y de acuerdo con datos dados a conocer por el periódico The San Francisco Standard, conductores de San Francisco, Estados Unidos, le deben al gobierno de la ciudad cerca de 200 millones de dólares por concepto de infracciones no pagadas, resultado de más de un millón de multas pendientes.
El mismo medio descubrió que el 16 por ciento de los más de 6 millones de multas que la ciudad emitió en los últimos cinco años y medio, desde enero de 2018 y hasta la fecha, siguen sin pagarse. Sin embargo, más allá de esos 200 millones de dólares, llama la atención los 81,000 dólares que acumula un solo conductor.