Una multa de tránsito es una sanción, que normalmente es económica, que debería de hacernos más conscientes de nuestro mal actuar detrás del volante, y recordarnos que nuestra falta podría poner en riesgo tanto nuestra integridad como la de los demás usuarios de las vialidades. En el deber ser, ese dinero recaudado por las infracciones de tránsito debería destinarse a mejorar las vialidades, señales de tránsito, implementar programas y campañas de seguridad vial, etcétera, sin embargo, China tuvo otros planes para estos recursos.
De acuerdo con el South Morning China Post, algunos gobiernos locales del gigante asiático han estado muy presionados en los últimos meses por endeudamientos muy elevados y la mayoría de ellos se han encontrado con un problema inmobiliario que les ha impedido cuadrar las cuentas.
Por si esto fuera poco, la agencia de calificación estadounidense Moody's Investors Service señaló que, desde septiembre de 2023, hasta 17 gobiernos provinciales chinos tuvieron que lanzar bonos especiales de refinanciamiento para pagar sus deudas contraídas.
De modo que, para tratar de conseguir un financiamiento que parecía imposible de atrapar, una zona en el norte de China fue acusada de falsificar el 93% de las sanciones de tránsito impuestas durante el último año, esto con el objetivo de recuperar parte del dinero para tratar de sofocar su deuda, por lo que inventaron 1,964 de las 2,099 multas impuestas en 2023.
Estas cifras fueron arrojadas tras una investigación al gobierno local, después de que algunos de los acusados denunciaron que se les estaban atribuyendo multas que no les correspondían. Por ejemplo, el conductor de un camión, fue acusado de contaminar la carretera y fue castigado con una multa de 500 yuanes (cerca de 1,275 pesos), sin embargo, dicha multa nunca le llegó de manera oficial.
Y es que a los supuestos infractores se les cobraba la multa pero nunca se les entregaba la sanción de manera oficial, pues era inventada. Vale la pena destacar que, al momento de interponer una denuncia de tránsito, en China es obligatorio que el acusado firme la notificación e imprima su huella dactilar en la misma. La investigación demostró que más del 90% de las multas impuestas no eran reales y que, por tanto, la localidad se había enriquecido ilegalmente.
Según The Economist, este hecho es un síntoma de los problemas que está teniendo el país para que sus entidades locales se financien y las dificultades que el Estado está teniendo para que salgan adelante, entregando créditos blandos. Entre 2021 y 2023 los ingresos "no fiscales" de las entidades locales chinas crecieron en un 20% y entre estos ingresos "no fiscales" destacan la invención de estas multas de tránsito.
