Pocas pick-up tienen una historia tan basta como la F-150 de Ford, misma que se ha abierto paso en la memoria de todos los amantes del automotor por su excelente diseño y grandes prestaciones, que la han convertido, generación tras generación, en un ícono y un rival a vencer en su segmento.
Dentro de todas las versiones especiales lanzadas para la Ford F-150, hay una que se ha quedado grabada en las memorias de todos aquellos que gustan de las pick-up de alto rendimiento, y es que, quizá, esta camioneta haya creado justo ese segmento con su aparición en 1993, hablamos de la Ford F-150 SVT Lightning.
Su llegada supuso un antes y un después en el mundo de las pick-up, pues esta camioneta, más que estar diseñada para el trabajo duro, había sido concebida como un vehículo único en su tipo, una camioneta de trabajo de alto rendimiento, con un motor específico para el modelo y una suspensión rediseñada.
Bajo el cofre portaba un motor V8 de 5.8 litros que entregaba 237 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión automática de 4 velocidades procedente de la Ford F-350, que en conjunto daban una conducción deportiva.
Esto venía acompañado por un exterior bastante cambiado, pues la carrocería perdió casi todos sus elementos cromados, mismos que cambió por un nuevo kit aerodinámico con una entrada de aire más grande al frente que le permitía respirar mejor y por tanto entregar el máximo de potencia en todo momento.
Para controlar este poder, se diseñó una nueva suspensión específica para este modelo, con amortiguadores Monroe GP 25 mm más bajos al frente y 63 mm más cortos atrás, que entregaban una conducción mucho más ágil y dinámica en las curvas de la carretera.
Tras tres años de producción, en 1995 Ford cesó la producción de este modelo por algún tiempo, mientras trabajaba en el rediseño para esta camioneta, que llegaría recargada 4 años después, en 1999, con una estética más moderna y mucho poder bajo el cofre.
La segunda generación cambió el motor específico creado para el modelo, por una versión modificada del V8 de 5.4 litros que portaba la F-150 de la época, integrando un nuevo supercargador para elevar la potencia hasta los 355 caballos de fuerza, conectado a una transmisión automática de 4R100 que lo podían llevar de 0 a 100 en sólo 5.8 segundos.
La carrocería lucía mucho más estilizada, aerodinámica y moderna, con un parachoques frontal muy alargado que daba un aspecto sumamente deportivo y amenazador, muy apropiado para una camioneta tan rápida.
Para el año 2001, Ford lanzó una actualización pequeña del modelo, que aumentó su potencia hasta los 375 caballos de fuerza con 450 lb-pie de torque, gracias a una toma de aire más grande en el parachoques y un colector de admisión rediseñado, con lo que la nueva Lightning bajó su tiempo de 0 a 100 a tan solo 5.2 segundos, completando el cuarto de milla en tan solo 13.8 segundos, más rápido que el Mustang Cobra de la época, convirtiéndose en la pick up más rápida del mundo.
Este último modelo del que te hablamos se volvió aún más famosa alrededor del mundo cuando se estrenó la primera película de la saga “The Fast & The Furious”, pues en ella pudimos ver al agente especial Brian O’Conner (Paul Walker) conduciendo una F-150 Lightning 2001 roja en varias escenas.
En total Ford produjo 11,563 ejemplares de la primera generación entre 1993 y 1995, y construyó otras 28,124 unidades de la segunda generación entre 1999 y 2004, año en el que presentaron un concepto para la siguiente generación, aunque lamentablemente este proyecto nunca vio la luz, siendo nuestra despedida de una camioneta que llegó a romper las reglas establecidas en el segmento, construyendo la primera Pick-up de alto rendimiento.
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