Cuando hablamos de que los autos eléctricos serán la opción lógica para el futuro, de inmediato acuden a nuestra mente imágenes de ciudades plagadas de áreas verdes, cielos tapizados de un impoluto color azul, trinar de pajarillos y cientos de mariposas revoloteando entre los inacabables campos floreados. Pero ¿qué pasaría si te dijéramos que los autos verdes podrían ser los causantes indirectos del aumento de la contaminación en China?
No es un secreto que el gobierno chino está firmemente decidido a convertirse en líder del desarrollo y fabricación de coches eléctricos. Por tal motivo está ofreciendo subsidios y ayuda de todo tipo para motivar a los fabricantes de automóviles y compradores a recurrir a la energía eléctrica.
El problema es que la gran mayoría de la electricidad de China proviene del carbón.
En una nota publicada en The Financial Times, Scott Kennedy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, D.C. afirma que:
Cambiar a los EV no elimina inherentemente el uso de combustibles fósiles, ya que la electricidad que los alimenta podría provenir de combustibles fósiles, lo que en China significa carbón. Los vehículos eléctricos pueden estar moviendo la contaminación del aire de una parte del país a otra.
De igual forma, un artículo publicado el año pasado por el Instituto de Investigación de Transporte de la Universidad de Michigan descubrió que los vehículos con motor de combustión interna que usan menos de 7 litros de combustible por cada 100 km son más ecológicos que los vehículos eléctricos que se fabrican en China. Esta ventaja se acentúa cuando se toman en cuenta los costos ambientales de producir coches eléctricos.
Los coches eléctricos contaminan más
Investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Tsinghua en Beijing informaron que la producción de vehículos eléctricos, híbridos y eléctricos alimentados por celdas de combustible genera 50% más de emisiones de gases de efecto invernadero que la producción de motores con motor de combustión interna.
Por su parte, un documento emitido por la petrolera china CNPC descubrió que los automóviles propulsados por baterías emitían más del doble de partículas tóxicas de PM2.5 responsables del smog de China que los vehículos ICE.
Investigaciones revelaron que en 2015, el 72 por ciento de la generación de energía de China provino del carbón, una cifra que se espera caiga por debajo del 50 por ciento para el año 2040. Pero mientras llega ese tiempo, las fábricas impulsadas por carbón continuarán contaminando el aire en China mientras fabrican autos ecológicos.
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