Desde el pasado 1 de octubre, terminó la vigencia de un decreto que se estableció en 2020 por la anterior administración federal, el cual permitía la importación de vehículos eléctricos de países con los que México no tiene tratados de libre comercio, como China, el mayor beneficiado, sin la necesidad de pagar un arancel correspondiente de entre el 15% y el 20%, dependiendo del coche que se tratara.
El objetivo de esta medida fue el de reducir los costos de importación para incentivar la compra de vehículos eléctricos en nuestro país, y de esta forma promover una movilidad más sostenible, lo cual significó una disminución en los precios de los autos eléctricos en hasta 400 mil pesos.
El hecho de que los autos eléctricos de origen chino resultaran especialmente favorecidos de esa política fue porque en el último par de años las marcas de ese país han intensificado su expansión en México. Pero fabricantes como Renault, Volvo y BMW también sacaron provecho de la exención de aranceles al importar los modelos eléctricos que producen en China.
De acuerdo con Electro Movilidad Asociación, desde la implementación de la medida la venta de vehículos eléctricos en territorio nacional aumentó de menos del 0.5% al 1% de las ventas totales, con una oferta aproximada de 60 modelos.
Si bien aún queda esperar el efecto del término de la exención arancelaria hacia los vehículos eléctricos chinos, es probable que el monto de los aranceles se traslade a los clientes finales. Hasta el momento se sabe que Volvo y Zeekr, por lo menos, buscarían subsidiar los precios o buscar otras estrategias para permanecer competitivos en nuestro mercado.
Haciendo números, el incremento de entre 15% y 20% sería significativo para varios modelos. Por ejemplo, el BYD Dolphin Mini EV podría pasar de 398,800 a 478,560 pesos, ya con el arancel del 20%. Por otro lado, el JAC E30X, un pequeño eléctrico que llegó a México apenas en julio, pasaría de los 490,000 (en su modelo de entrada) a los 588,000 pesos. Son cálculos del impacto del arancel, pero faltará ver si los precios realmente cambian a partir de octubre.
De acuerdo con Expansión, JAC podría estar exenta del pago de aranceles y, por ende, mantener sus precios, dado que sus modelos son ensamblados en México, en la planta que la firma tiene en Ciudad Sahagún, Hidalgo.