Comparativa: Hyundai Ioniq vs. Toyota Prius

El mercado de los coches híbridos en México está creciendo y eso nos da mucho gusto. No avanza al ritmo que nos encantaría, pero avanza. Entre los modelos más accesibles, el Toyota Prius había gozado de exclusividad en el segmento. Había estado jugando con la portería sola y eso le permitió echarse al bolsillo un montón de ventas. Con la llegada del Hyundai Ioniq, el híbrido más famoso del mundo encuentra su primer competidor directo en México.

Desde el primer segundo en que Ioniq llegó a México, las comparaciones no se hicieron esperar. Nosotros mismos mencionamos en su reseña que los coreanos querían su propio Prius y terminaron construyéndolo. Nos pareció un producto estupendo, ¿pero seguirá siendo igual de interesante si lo ponemos a lado del Prius? Llegó la hora de acabar de una vez por todas con las dudas. Los hemos puesto frente a frente.

Tan iguales y tan distintos...

Si a alguien hay que adjudicarle el hecho de que los híbridos tengan un diseño tan... aerodinámico, es al Toyota Prius. Desde el principio del milenio, sus formas caprichosas y, si quieres, extravagantes, obedecen a una aerodinámica afinadísima a la que no le importa sustituir rines de aluminio por unos tapones no muy agraciados con tal de resistirse lo menos posible al viento. Es un híbrido y se lo grita a los cuatro vientos.

Que Ioniq está inspirado en Prius, no cabe duda, pero su diseño es más "normalito" y los más conservadores lo agradecen.

El Ioniq es justo lo contrario. Mentiríamos si dijéramos que no hay algo de Prius aquí, porque la carrocería estilo fastback y el medallón dividido no son idea original de los coreanos, pero en términos de diseño, su producto nos parece mucho mejor resuelto. Hablar de estética es subjativo, tienes razón, pero los trazos menos excéntricos del Ioniq significan que habrá más personas a las que, si no les gusta, al menos les dará igual. Con Prius sólo hay de dos: lo amas o lo odias.

Para bien o para mal, nosotros no evaluamos su diseño, así que saltemos al habitáculo donde sí hay contrestes importantes por señalar.

Hablemos de acabados, equipamiento y espacio

Si desde fuera el Ioniq disimula su naturaleza híbrida, en el habitáculo se camufla con mayor destreza. Las formas del tablero se acercan muchísimo a las de un Elantra, pero con algunos detalles azules para que no olvidemos que estamos salvando el planeta (?). Lo que más nos gustó de su cabina fue la selección de materiales: el plástico que recubre el tablero es acolchonado y de una textura muy agradable.

La selección de materiales de Ioniq es notablemente mejor que Prius, pero los ensambles del Toyota son superiores.

Todo lo contrario sucede con Prius. Habrá a quienes les fascine la idea de sentirse en una nave espacial, desde el acomodo de las pantallas, hasta el peculiar diseño del tablero, donde abundan materiales claros y de acabado brillante que, en términos de calidad, se perciben inferiores a Ioniq por el tacto rígido y la sensación plasticosa en cada rincón de la cabina. En su favor, está mucho mejor ensamblado. Con 23,000 km recorridos, el Prius no tenía ni un solo ruido, pero el Ioniq con menos de 1,000 km ya tenía algunos grillitos en la puerta del conductor.

Los dos modelos ofrecen un equipamiento muy completo: hay cargador inalámbrico para smartphones, cuadro de instrumentos con pantalla a color, espejo retrovisor electrocromático, asiento del conductor de ajuste eléctrico, tapicería en piel —de olor y textura muy peculiar en Prius— y faros de LED. En términos de seguridad, hay un empate declarado con 7 airbags, ABS, control de estabilidad y máxima calificación en pruebas de choque.

Ioniq está ligeramente más equipado, pero Prius ofrece una cabina más espaciosa. Ambas cajuelas son enormes.

La diferencia la marca el Hyundai Ioniq, algo más generoso al sumar quemacocos, sensor de reversa, un sistema de infotenimiento mucho más al día con nuestras necesidades (lleva Android Auto y CarPlay), salidas de aire acondicionado para los asientos traseros y climatizador automático de doble zona —en Prius sólo es de una— con una ahorrativa función para ventilar sólo del lado del conductor cuando viaja solo. En favor de Prius, es el único con navegación, asientos calefactables y head-up display.

Finalmente, al ser vehículos de orientación familiar, es importante hablar del espacio interior. La cajuela de ambos modelos es amplísima, pero Prius se coloca un paso adelante con una banca trasera más espaciosa. De alguna manera, en Toyota supieron resolver mejor la caída del medallón sin afectar la altura al techo; el espacio para cabeza en Ioniq es algo limitado.

Ioniq ofrece una mejor calidad de marcha, pero Prius es un híbrido más integral

Hay algo que nos gustó de Ioniq y lo dijimos en su momento: es un híbrido sin complicaciones. Te subes, lo enciendes y te vas. No hace falta entenderlo, sólo manejarlo. Esa simplicidad seguro la agradecerán quienes no entienden —ni quieren entender— sobre regeneración de energía y cuándo conviene utilizar el motor eléctrico.

Prius tiene una gran ventaja y es que puede ir en modo EV a petición del conductor. Ioniq no.

Nosotros que sí lo entendemos y queremos llevar al máximo la eficiencia energética, nos quedamos con el sistema híbrido de Prius, que es mucho más integral al ofrecer un modo de manejo que intensifica la intervención del frenado regenerativo para recargar más rápido las baterías y, lo más importante, la posibilidad de circular en modo eléctrico a petición del conductor.

Al final, en Ioniq obtuvimos 16.4 km/l, contra 15.9 km/l en Prius. Abusando del modo EV, quizá la historia hubiera sido otra.

En Prius hay un botón EV que le permite circular únicamente con su propulsor eléctrico, sin importar cuánto demandemos del acelerador —siempre y cuando haya carga, claro. En Ioniq también se puede circular en modo eléctrico, pero es el mismo auto quien decide cuándo y deja de hacerlo tan pronto hundamos el pie sobre el acelerador.

Al final de la prueba, el Hyundai Ioniq fue el que ofreció el mejor rendimiento de combustible en ciudad: 16.4 km/l vs. los 15.9 km/l que marcó Prius, pero ojo, que si hubiéramos explotado al máximo el modo EV del Toyota, quizá la historia sería otra. Cuestión de tener los hábitos y escenarios adecuados para ello.

Nos gusta la respuesta del motor eléctrico de Prius, pero la calidad de marcha nos parece mejor en Ioniq.

A nivel manejo, nos gusta más la puesta a punto de Ioniq. Ambos modelos son comodísimos, pero el de Hyundai ofrece una conducción que no sacrifica confort, pero sí es más directa gracias a una dirección mejor calibrada —aun de tacto artificial— y una suspensión suave, pero no demasiado; la de Prius es tan blanda que en ocasiones transmite cierta sensación de lancheo y el tacto tan artificial de la dirección tampoco ayuda. En el polo opuesto, nos gusta mucho más la afinación de los frenos de Toyota; ambos llevan frenado regenerativo y eso penaliza el tacto del pedal, pero el Prius es ligeramente más preciso y de un recorrido más corto.

Si dejamos de cuidar consumos y queremos explotar al máximo las capacidades motrices de ambos modelos, encontraremos que en arranques el motor eléctrico de Prius es mucho más enérgico que el de Ioniq, pero una vez que interviene el motor de combustión, los caballos extra del Hyundai y la transmisión más pulida —es de doble embrague— desembocarán en mejores aceleraciones, aunque curiosamente el Prius se siente mucho más explosivo en modo PWR que el Ioniq en modo Sport, debido a un motor eléctrico mucho más capaz: 71 hp vs. 43 hp.

Ambos son productos estupendos, así que cómprate el que te guste

Te lleves Ioniq o te lleves Prius, tendrás en casa un gran vehículo. Si tuviéramos que armar un solo coche con las virtudes de cada modelo, tomaríamos el diseño, el equipamiento y los acabados de Ioniq y los instalaríamos en el avanzado propulsor híbrido del Prius y su espaciosa carrocería. También nos quedamos los costos de mantenimiento de Toyota, pero con la garantía de 5 años de Hyundai.

El balance de puntos habló en favor del Ioniq, que por una selección de materiales más afortunada y una dosis extra de equipamiento logró quedar un escaloncito arriba de Prius. Es lo único que marcó la diferencia en productos tan parecidos, desde especificaciones, hasta precios: los dos rondan los 450,000 pesos y sus modelos de acceso a la gama parten de alrededor de 380,000 pesos.

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Hyundai Ioniq

Toyota Prius

Versión

Limited

Premium

Diseño interior

85

80

Calidad

82

77

Equipamiento

67

61

Seguridad

90

90

Prestaciones

69

68

Comportamiento

80

73

Espacio interior

85

93

Consumos

87

84

Costos

88

84

Relación valor/precio

79

80

Total

812

790

Precio

$455,900

$451,000

Fichas técnicas

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Hyundai Ioniq

Toyota Prius

Motor

1.6 litros

1.8 litros

Potencia

104 hp @ 5,700 rpm

96 hp @ 5,200 rpm

Par motor

108 hp @ 4,000 rpm

105 lb-pie @ 4,000 rpm

Potencia EV

43 hp

71 hp

Par motor EV

125 lb-pie

120 lb-pie

Potencia neta

139 hp

121 hp

Transmisión

DCT 6 vels.

HSD tipo CVT

0 a 96 km/h'

8.9 s

9.6 s

Peso

1,477 kg

1,395 kg

Tracción

Delantera

Delantera

Consumo urbano

16.4 km/l

15.9 km/l

Consumo en carretera''

23 km/l

21.3 km/l

Consumo mixto

19 km/l

18.1 km/l

Capacidad del tanque

45 litros

43 litros

Mantenimiento (3 años)

$12,944

$10,487

Lugar de fabricación

Corea del Sur

Japón

' Cifras oficiales del fabricante '' Cifras publicadas por la EPA

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