Renault lo ha apostado todo por los SUV en los últimos años, pero no podía pasar por alto que los sedanes en México siguen siendo importantes. El Renault Logan 2023 vuelve a la categoría, ahora con un nuevo motor, una oferta de equipamiento renovada y un carácter muy... muy SUV. Salimos a manejarlo.
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¿Qué cambia por fuera? Poco en realidad. Respecto al Logan que recordamos, el nuevo únicamente estrena luces diurnas de LED en forma de C, retoques en parrilla, una fascia más fresca y rines de aluminio de 16". Quizá el cambio más importante —y que se nota a simple vista— es la altura.
El Logan 2023 es, de algún modo, un Logan Stepway. Ahora hay 19 cm libres de altura respecto al piso. ¡Es muchísimo! Para que te hagas una idea, en Duster son 21 cm. De ahí nace este carácter de SUV en el nuevo sedán de Renault. También hay algunas piezas sin pintar y la opción a pasos de rueda negros, al puro estilo de un todoterreno.
¿Es un auto para off-road? No. No hay tracción integral ni mecanismos que lo ayuden en caminos difíciles, pero dentro de todo el abanico de sedanes subcompactos en México, Logan es el más apto para terracería por su buena altura respecto al piso. Y en la ciudad, donde hay un bache por cada habitante, la suspensión de Logan trae tranquilidad.
Nuevo motor y más resistencia
Hablemos, pues, de qué tal se mueve el nuevo Logan. La plataforma es la misma que el modelo anterior, con ligeros ajustes en la puesta a punto de la suspensión y mayor altura. Gana robustez; los impactos con baches se sienten, pero no duelen, y la amortiguación apunta totalmente a la comodidad.
Quizá te preguntes cómo afecta la altura extra al manejo. En carretera se siente más cabeceo y movimiento de la carrocería, aunque no llega a dar la impresión de salirse de la trayectoria. La dirección ahora es electrohidráulica, dando como resultado un tacto firme e inusualmente preciso. No es el sedán que te compras por dinamismo, pero cumple.
Lo que sí es nuevo es el motor. Es de 1.6 litros, como antes, pero ahora es compartido con Versa. Desarrolla 115 hp y 112 lb-pie —muy parecido a la mayoría de los modelos en esta categoría— y está disponible con transmisión manual de cinco cambios o automática CVT. Durante la prueba de manejo, tomé un Logan manual.
Mentiría si dijera que es un sedán rápido. En esta categoría, sólo los turbo "lo son". Pero con transmisión manual es fácil explotar al máximo la capacidad del motor. Viajamos cuatro personas con cajuela llena, y aunque había que mantenerse en cuarta marcha para mantener el ritmo, el motor no iba agonizando. Revolucionado sí, forzado no. Tiene el poder que esperarías de un sedán de esta categoría.
Más equipamiento y mejor seguridad
A bordo las novedades son muy específicas, pero importantes. Para empezar, la estructura fue reforzada para ofrecer un mayor nivel de protección a pasajeros en caso de accidente, y ahora incluye cuatro bolsas de aire y control electrónico de estabilidad como equipo de serie. También encontraremos sensor de luz y de lluvia, climatizador automático, pantalla de 7" y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.
Con precios de 299,900 a 329,900 pesos —según transmisión—, el equipamiento es interesante, aunque no puedo evitar pensar que hicieron falta un par extra de airbags. Modelos como Onix, Versa o Rio sí las incluyen a un precio similar.
Más allá del equipamiento, el interior se mantiene tal y como lo recordamos, salvo por un nuevo diseño de volante. El tablero conserva acabados modestos, pero resistentes, y la cabina es sumamente amplia, quizá la más grande de la categoría. La cajuela tiene capacidad de 510 litros. Bien ahí.
El Renault Logan 2023 ya está disponible en los concesionarios de la marca. Hay un nivel de equipamiento a elegir, dos opciones de transmisión y cuatro colores de carrocería. A favor tiene una suspensión ideal para caminos difíciles —eso incluye baches—, buen equipamiento, gran espacio y una mecánica confiable. ¿En qué le falta convencernos? Quizá en refinamiento, pero sobre todo, en seguridad: un par extra de airbags lo harían más interesante.
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