Supercomparativa de B-SUV en México: ¿Cuál de estos 17 es el mejor?

En México no hay categoría de autos con más opciones que la de los B-SUV o SUV subcompactos. Los hay de todo tipo y para todos los gustos, ¿pero hay alguno que sea bueno en todo? ¿Cuál modelo conviene para qué? ¿Cuál es el mejor? Respondemos a esa y más preguntas en este duelo, donde reunimos a casi todos los integrantes de la categoría: 17 vehículos en comparativa.

En video (tres partes)

Para esta hazaña unimos fuerzas con nuestros colegas Carlos Sandoval (de Hablamos Autos) y Manuela Vázquez. Analizamos a profundidad diferentes aspectos del auto, desde lo más tangible del equipamiento y la seguridad, hasta desmenuzar sus sensaciones de manejo, desempeño y revisar a detalle costos de mantenimiento y seguro. Todo con el fin de llegar a un análisis profundo para saber cuál es el mejor SUV y cuál es la mejor compra (que no son sinónimos).

En orden alfabético, analizamos a Chevrolet Groove y Tracker, Fiat Pulse, Hyundai Creta, JAC Sei 3 Pro, KIA Soul y Seltos, Mazda CX-3, MG ZS, Nissan Kicks, Peugeot 2008, Renault Captur y Duster, SEAT Arona, Toyota Raize y Volkswagen T-Cross y Nivus. Desafortunadamente no fue posible conseguir ni a Jeep Renegade ni a los Suzuki Vitara y S-Cross.

Como puedes ver, los espectros de precio son muy amplios. Del modelo más barato (Raize) al más caro (2008) hay 200,000 pesos de diferencia. Por eso es que dividimos los resultados en dos: el análisis principal se centra en conocer al mejor producto, sin tener en cuenta el precio; el análisis de valor por tu dinero te dirá cuál conviene más en relación con lo que cuesta. ¿Listo? ¡Comenzamos!

Renault Duster

Lo más interesante de Duster es el motor y el espacio. Se trata del SUV más potente de la categoría —junto con Captur— y se nota tan solo al acelerar. No le cuesta trabajo despegar y en todo momento se siente buen empuje, sin embargo, el chasís no apunta en lo absoluto a sensaciones deportivas, ni siquiera a agilidad. Es cómodo y robusto, pero no emocionante.

Lo que jugó en contra de este SUV en la comparativa fueron acabados interiores sencillos, costos de mantenimiento elevados y, sobre todo, un bajo equipamiento de seguridad. De los 17 modelos evaluados, es el único que sólo lleva dos bolsas de aire; el resto llevan entre cuatro y seis. Su rendimiento de combustible también perfila entre los más elevados, aunque lo compensa con potencia.

Finalmente, en cuanto a equipamiento, Duster ofrece un poco más de lo esperado por el precio. Lleva lleva climatización automática, llave inteligente, cámara de visión de 360º, sensor de reversa, infotenimiento con pantalla de 8" y faros de encendido automático. Quizá lo único que se llegan a extrañar son unos faros de LED.

Chevrolet Groove

Groove es el segundo SUV más barato de esta comparativa, y entendido como tal, su nivel de equipamiento se convierte en su punto fuerte. No deja descubierto ningún aspecto básico y se da ciertos lujos, como un techo panorámico, faros de LED y asiento del conductor con ajuste parcialmente eléctrico. El rendimiento de combustible también es uno de sus aspectos más destacados.

Lo más flaco del Chevrolet Groove es el manejo. La potencia le queda justa y el chasís tiende a inclinar bastante; en situaciones extremas no transmite la confianza que nos gustaría —eso sí, en ciudad es bastante cómodo—. En seguridad también se queda algo corto: no lleva airbags de tipo cortina y sus resultados en pruebas de choque en China no fueron los óptimos.

Práctico, rendidor y con una calidad adecuada por el precio, pero no tan amplio ni tan barato de mantener. El Chevrolet Groove es de los B-SUV más asequibles de México y, salvo por la seguridad, cumple con lo que esperarías de un modelo cuyo tope de gama en la categoría ronda 400,000 pesos.

JAC Sei 3 Pro

Otro B-SUV proveniente de China y que se coloca como una de las opciones más accesibles. En términos generales, el Sei 3 Pro cumple en casi todo lo esperado por el precio: interiores correctos, equipamiento adecuado, seguridad a la altura y una garantía larga, e incluso llega a sorprender con una de las cabinas más amplias y prácticas de la comparativa. Bien ahí.

Su punto débil es el manejo. La potencia del motor es la adecuada, pero la transmisión no lo aprovecha mucho ni termina por optimizar el rendimiento de combustible, dando como resultado un SUV que no llega a sentirse ágil ni a ser precisamente ahorrador. Además, al volante se siente cómodo, pero no transmite mucha conexión a manos del conductor. Bien para ciudad, no tanto para carretera.

MG ZS

El ZS empató con el JAC Sei 3 Pro. En varios aspectos se convirtió en una de las sorpresas más gratas que nos ha dejado un B-SUV de origen chino. No es muy potente, pero el manejo deja buen sabor de boca y los materiales del tablero incluso encajarían con lo esperado de un modelo más costoso. Pero el factor rompedor del MG ZS son sus costos: los 7 primeros servicios de mantenimiento están incluidos y el costo del seguro es el más bajo de los 17 SUV evaluados.

En los demás aspectos también se defiende. Sin ser el mejor, ofrece una cabina amplia, buena cajuela, un rendimiento de combustible adecuado y un nivel de seguridad a la altura del estándar... aunque sólo lo hace en esta versión tope de gama; el resto de sus versiones van restando asistencias electrónicas y bolsas de aire.

¿Qué lo alejó de una posición más alta en el ranking? El equipamiento. Entendemos que es uno de los SUV más accesibles, pero incluso se queda un poco corto a lado de otros modelos de precio similar. Es el único de los 17 evaluados que no incluye llave inteligente para apertura de puertas y que no es compatible con Android Auto. También se extrañan faros de encendido automático —o de LED.

Renault Captur

El Renault Captur se actualizó recientemente, con lo que llegaron un buen puñado de mejorar para volverlo más competitivo. Lo interesante, al igual que Duster, es su motor —el más potente de la categoría—, aunque el manejo no perfila tanto hacia la agilidad. Es cómodo, pero no incita a una conducción emocionante.

La cabina también apunta alto. Su actualización trajo materiales de mayor calidad y, sin ser el más refinado, ahora se siente más acorde con el precio. El aprovechamiento de espacio, la cajuela y el grado de equipamiento también son aspectos destacables.

¿Qué lo frena? En primer lugar, que su costo de mantenimiento es el más alto de la comparativa —junto con Duster—; en segundo, la seguridad. Lleva monitor de punto ciego y cuatro airbags, pero por casi medio millón de pesos es extraño que no incluya airbags de tipo cortina o asistencias de manejo más avanzadas. Sus rivales directos sí lo incluyen por el mismo precio.

Toyota Raize

¡Qué sorpresa con este modelo! Quien no quiera gastar mucho en un B-SUV, encontrará todo y más en Raize. El motor es pequeño, pero el turbo lo vuelve ágil —incluso más que otros SUV de mayor precio— y su manejo es cómodo. El equipamiento sorprende aún más: marca con palomita todo lo básico e incluso suma cuadro de instrumentos digital, faros de LED y sensores de proximidad delanteros y traseros.

Los puntos flacos de Toyota Raize son una cabina pequeña que, por bien aprovechada, no disimula que se trata del SUV más corto de la categoría. Los materiales del tablero también delatan el precio: son todos rígidos e incluso algunas piezas vibran con el movimiento del motor.

Si el Toyota Raize no ganó esta comparativa es porque lo medimos con modelos más costosos que se salen de su espectro de rivales, pero entre los SUV de entrada es el ganador indiscutible. Sorprende por motor, gusta por equipamiento y convence al no recortar seguridad. Su rendimiento de combustible, además, fue el mejor de los 17 evaluados. A resumidas cuentas, es el SUV por el que me cuesta trabajo recomendar cualquier otro modelo por menos de 400,000 pesos. Y ojo, porque Raize apenas llega a 350,000.

Mazda CX-3

En repetidas ocasiones he llamado al Mazda CX-3 el Jennifer Aniston de los B-SUV porque parece que los años le pasan de largo. Si te pones a hacer cuentas, el CX-3 es el más antiguo de los 17 modelos de esta comparativa, y aún así se mantiene competitivo. Incluso llega a sobresalir en aspectos como el refinamiento del interior y el manejo. Su motor lo ubica por encima de la media y su chasís transmite mucho a manos del conductor, al grado de despertar cierta emoción en su andar.

En general, el Mazda CX-3 lo hace casi todo bien. El equipamiento es correcto —aunque su infotenimiento ya se siente algo viejo— y la seguridad está al nivel. Los únicos dos aspectos que lo frenaron fueron un costo de seguro que, con diferencia, es el más alto de los 17; y una cabina algo reducida, con poco espacio en general. El consumo de gasolina también se ubica entre los más altos.

El Mazda CX-3 es una buena opción de B-SUV para quien no tiene familia. Es el SUV que te compras no por práctico, sino porque te gusta cómo se ve, lo refinado que se siente, las sensaciones de manejo que transmite y lo completo del equipamiento en relación con el precio. Ahí es donde el CX-3 brilla.

Hyundai Creta

El Hyundai Creta resultó ser una de las opciones más equilibradas para quien busca un SUV familiar. Su mejor carta de presentación está, sin duda, en el aprovechamiento de espacio y lo práctico de la cabina: fue uno de los mejores en ese aspecto, junto con Seltos y T-Cross.

El motor también se coloca por encima de la media. El turbo realmente marca una diferencia en desempeño, sobre todo en carretera, y aunque la puesta a punto del chasís no persigue tanto un manejo ágil, sigue siendo un SUV fácil de llevar.

En los demás rubros evaluados, el Creta se colocó en la media. No llega a sobresalir, pero se defiende en términos de consumo, costos, equipamiento y acabados. El aspecto que no le permitió ir más alto en la lista fue la seguridad: es el único de los 17 con un cinturón de seguridad pélvico en el asiento central —algo que dejó de verse en autos nuevos desde hace mucho tiempo— y su precio ya ameritaba incluir, al menos, monitor de punto ciego.

Fiat Pulse

Recién llegado a México, el Fiat Pulse se convierte en una de las opciones más orientadas a ciudad. La prueba más clara es su motor de tan solo 97 hp, que puede convertirse en un arma de doble filo: por un lado ofrece buenos consumos, pero por el otro lo vuelve uno de los SUV a los que más trabajo les cuesta acelerar. La potencia le queda muy justa.

Su manejo es bastante cómodo y filtra bien los baches. Los interiores cumplen —aunque no deslumbran— en cuanto a selección de materiales, pero se quedan una rayita abajo de lo esperado en términos de armado. Donde realmente despunta es al hablar de equipamiento y tecnología: lleva una de las mejores interfaces de infotenimiento y cuenta con asistencias de manejo avanzadas, como freno autónomo de emergencia y asistente de mantenimiento de carril —es el único de los 17 con esa tecnología.

Su punto flaco, además del motor, es —sorpresivamente— la seguridad. A pesar de contar con asistencias tan avanzadas, Fiat únicamente lo fabrica con cuatro bolsas de aire, en vez de seis.

KIA Seltos

Estamos ante el SUV más vendido de México. Basta mirarlo para entender por qué: Seltos da en el blanco de lo que la mayoría de los consumidores esperan de un B-SUV. Se trata de uno de los modelos más equipados de la comparativa, ofrece muchísimo espacio en la cabina y equilibra un manejo cómodo con un motor turbo de buena respuesta.

¿Qué le falta? En primer lugar, interiores más refinados; es uno de los modelos más costosos de la comparativa, y aunque lo justifica con equipamiento, sí se llegan a extrañar materiales más suaves en la cabina. En segundo lugar, más seguridad; cumple con sus seis airbags y control de estabilidad, pero rebasa el medio millón de pesos y no ofrece monitor de punto ciego ni freno autónomo de emergencia.

Seltos es una opción interesante, aunque su precio se ha elevado notablemente en los últimos años y todavía le quedan algunos aspectos por pulir para considerarlo el B-SUV definitivo. Tiene el potencial.

Nissan Kicks

Llegamos al top 5. Sí, nuestra evaluación dio como resultado siete modelos en el top 5 porque hubo dos empates. El Nissan Kicks alcanza esta posición gracias a su alta dosis de equipamiento y de tecnología. Es uno de los dos SUV con la suite de asistencias más completas de la categoría, y además ofrece de las mejores opciones de conectividad, con una app que incluso permite rastrear su ubicación desde el teléfono o desbloquear las puertas a distancia.

En el resto de los aspectos no llega a sobresalir, pero se comporta a la altura. Su cabina aprovecha bien el espacio, su motor no sorprende ni decepciona, el consumo es razonable y su manejo es bastante cómodo en ciudad y carretera. Kicks, en realidad, no tiene puntos flacos y es lo que lo vuelve tan interesante.

KIA Soul

Soul empata en 5ª posición con Kicks, pero lo hace con una propuesta bastante diferente. Lo mejor de este SUV, que no debería vivir a la sombra de Seltos, se encuentra en una buena selección de materiales al interior —que encaja más con el refinamiento de un Forte que con el de un Rio— y la combinación de manejo y motor. No es turbo ni lo podemos considerar rápido, pero la potencia le sienta bastante bien y es un auto fácil de llevar.

Su cabina aprovecha correctamente el espacio, los costos de mantenimiento no son altos y la seguridad cumple con lo esperado. Soul no es el mejor en nada, pero nos parece bueno en casi todo. Quizá el equipamiento es su único punto "flaco", y lo entrecomillo porque esta versión EX, la más equipada para México, no es la tope de gama a nivel global, por lo que no explota todas sus posibilidades de equipamiento, aunque tampoco deja descubierto ningún punto importante y, sin duda, lo compensa con el precio.

Volkswagen T-Cross

Se renovó hace tan solo unos meses y su actualización dio en el blanco. T-Cross nos parece uno de los B-SUV de gama alta más equilibrados, sin puntos flacos graves. Sus aspectos más fuertes son un buen nivel de tecnología de seguridad, un motor que equilibra de maravilla desempeño y rendimiento de combustible —eso sí, tendrás que acostumbrarte a su turbolag— y un chasís bien desarrollado, que llega a sorprender cuando lo llevas al límite.

En los demás aspectos también es competitivo. Su equipamiento es bueno, sus costos son razonables y el espacio interior se lleva mención honorífica, al grado de considerarlo el más amplio y práctico de los 17 modelos evaluados. Al final, el espacio es el motivo por el que muchos consumidores buscan un SUV, y T-Cross lo ofrece sin escatimar en lo demás.

¿Qué le faltó para llegar más alto? Poco. Quizá un monitor de punto ciego encajaría con sus asistencias de seguridad, donde ya incluye un freno autónomo de emergencia. Una mejor selección de materiales también ayudaría a elevar la sensación de refinamiento; las pantallas lucen costosas y la interfaz de infotenimiento es muy completa, pero el resto del tablero apuesta por piezas hasta cierto punto modestas.

SEAT Arona

Que el Arona haya subido al podio tal y como está configurado para México nos hace reflexionar sobre lo lejos que podría haber llegado con un motor más interesante. Es de sus pocos puntos flacos: una potencia correcta para ciudad, pero que queda algo apretada para carretera. Su manejo transmite mucha confianza y es, quizá, de los que mejor equilibran comodidad y diversión, aunque no es rápido.

Lo que le ayudó a colocarse en la tercera posición —junto a Tracker— es el altísimo nivel de equipamiento de confort y conectividad, la forma en que presenta su tecnología y, sobre todo, los buenos acabados al interior y su nivel de manejo: es de los más confianza transmite al volante y de los que mejor equilibran comodidad y diversión, aunque —repito— no es rápido. Eso sí, a cambio da un buen rendimiento de combustible.

Arona es un SUV totalmente orientado a la ciudad y a un uso más personal que familiar. Es una opción que da mucho equipamiento y refinamiento, pero no es el SUV que comprarías por espacio o para viajes en carretera. Eso sí, su precio está por debajo de los demás B-SUV de gama alta.

Chevrolet Tracker

Desde su lanzamiento dijimos que este SUV se merecía estar en el cuadro de honor. Hoy que lo comparamos con sus rivales, lo reafirmamos. Tracker es uno de los B-SUV más interesantes del mercado actual, sobre todo porque vale la pena en cualquiera de sus versiones, no sólo en la más equipada.

Sus puntos más fuertes son el motor y la tecnología. Por un lado, sus 130 hp y el turbo ofrecen una buena respuesta sin disparar el consumo de gasolina; por el otro, incluye asistencias avanzadas como freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, estacionamiento automatizado y todos los servicios de OnStar, que suponen un gran punto a favor.

Buen espacio, costos razonables y materiales adecuados. Todo en Tracker pinta bien, aunque eso no elimina un margen de mejora. El manejo es cómodo y se siente robusto, pero no llega a transmitir la misma sensación de conexión con el conductor que otros B-SUV, y lo blando de la carrocería tiende a inclinar en curvas. No compromete la seguridad, pero sí resta confianza a entrar rápido a curvas. Lo mejor será una conducción tranquila.

Volkswagen Nivus

Es mellizo del T-Cross, pero tiene encanto propio. Nivus se coloca en segundo lugar gracias a una propuesta muy redonda. No es el más rápido, ni el más eficiente, ni el más equipado, ni el más amplio, pero es muy bueno en todos los aspectos evaluados e incluso se lleva mención honorífica al hablar de manejo. Se siente ágil, bien plantado, divertido y hasta con cierta chispa deportiva. Sólo hay que acostumbrarse a su turbolag.

Incluye asistencias avanzadas de manejo, un infotenimiento avanzado, equipamiento de confort completo y... en general, una propuesta bastante equilibrada, sobre todo al mirar el precio. ¿Qué le falta? A ojos de quien busca un SUV tradicional, quizá su silueta no termine de encajar, pero eso es un tema de gustos. Lo que sí podemos señalar es que, aunque el interior convence, todos los plásticos son rígidos. Nos gustarían piezas más gomosas que dieran una mayor sensación de refinamiento.

Peugeot 2008

Desde que lo conocimos, teníamos la sensación de que era el mejor, pero había que medirlo con sus competidores. Hoy lo confirmamos. El Peugeot 2008 es una joya de B-SUV. Su diseño rompe el molde, los interiores enamoran por su refinamiento —y por su espectacular cuadro de instrumentos 3D de efecto holográfico— y el manejo es un deleite. Peugeot no es premium, pero su 2008 es lo más premium que hay en el universo B-SUV, y vaya que emociona.

Todo, desde luego, tiene su precio. Este modelo es considerablemente más costoso que la mayoría de sus rivales —aun habiendo considerado la versión GT-Line para el análisis, en vez de la GT. Uno de los objetivos de esta comparativa era dar con el mejor B-SUV, sin importar el precio; para saber cuál te da más valor por tu dinero tenemos otro ranking, y ahí el 2008 no perfila entre los modelos top, pero sí entre los que más te hará sonreír.

Es un B-SUV del que es fácil enamorarse, pero eso no lo hace indiferente a la crítica. La cabina no es tan amplia como parece desde fuera, el infotenimiento no es tan intuitivo, el costo de mantenimiento es de los más elevados —sólo abajo de Renault— y sus asistentes de manejo se limitan a un monitor de punto ciego.

Fichas técnicas

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¿Cuál es el mejor SUV?

Los números no mienten. El Peugeot 2008 se coloca como el referente de la categoría en muchos aspectos por su gran refinamiento, buen manejo y sabor a tecnología, sin echar por la borda los demás rubros evaluados. Es el mejor, pero también el más caro. Tiene sentido. Esta comparativa por puntos se centra en elegir al mejor producto, independientemente del precio, por eso es lógico que los más costosos se coloquen entre lo más alto de la lista.

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¿Cuál te da más valor por tu dinero?

Ya sabemos cuáles son los mejores SUV, pero ahora es momento de cambiar de pregunta: ¿cuál es la mejor compra o, al menos, la compra más razonable? Para saberlo debemos considerar los puntos obtenidos, en relación con lo que cuestan. De este modo, el campeón indiscutible es el Toyota Raize, un B-SUV que lo tiene (casi) todo a un precio que aún no logramos entender cómo puede ser negocio para Toyota. Pero lo es. En una gama un poco más alta, Soul y Arona también ofrecen buen valor por tu dinero; no lo apuestan todo a un solo aspecto, pero lo equilibran todo y no piden millones por ello.

Al final, el mejor SUV de esta comparativa será el que mejor se adapte a lo que buscas. El modelo ideal, desde luego, será el que mejor balancee todos los rubros —que no descuide uno por brillar en otro—, pero también es verdad que habrá personas a las que la potencia no les importe, pero el espacio sí; o bien, que el espacio pase a segundo plano, pero el equipamiento sea innegociable. Así, con el desglose de puntos, puedes elegir el que más se adapte a lo que buscas: sea precio, seguridad o refinamiento.