Tan polémico como vendido, así es el Volkswagen Jetta de sexta generación. Desde que llegó al mercado en 2010 con la edición "Bicentenario", el compacto alemán se dio a conocer aunque —hay que decirilo— no de la mejor manera. La reducción de costos trajo consigo frenos de tambor en la mayoría de las versiones, suspensión trasera de eje rígido y plásticos duros en el tablero. Sí, nosotros también éramos del grupo de personas que en su momento echó de menos al Bora.
Afortunadamente, la firma de Wolfsburg sabe que nunca es tarde para enmendar sus errores. Con motivo del facelift que recibió en el pasado Auto Show de Nueva York, el Volkswagen Jetta 2015 es —ahora sí— como debió haber sido desde un principio; y aunque el salto fue grande, aún hay asperezas por pulir. Le pusimos las manos encima por una semana para ver qué tan acertados fueron los cambios y qué es lo urge mejorar del compacto más vendido de México.
Ligero retoque exterior
Ser uno de los sedanes más vendidos provoca que, de tan común que se ha vuelto, su diseño pase de lo interesante a lo desapercibido. Para no caer también en lo aburrido es necesario no dejar envejecer de más su rostro y apostar por un rediseño como el que recibió esta sexta generación que, sin cambios tan profundos, recibe un soplo de frescura al adoptar una fascia que se suma al estilo del resto de los modelos de la familia, como los nuevos Golf o CC; y nuevas calaveras de líneas más angulosas que aumentan el parecido con el Audi A4.
El resto de los elementos, como faros, la silueta o defensa permanecen intactos. Entre las novedades también se pueden encontrar algunos colores nuevos —como el Rojo Tornado o el Azul Seda— y nuevo diseño de rines.
El efecto Jetta
"Wow, ¿Qué coche es?", preguntó una amiga tan pronto se subió al asiento del copiloto de nuestra unidad de pruebas. "Un Jetta", respondí; "¿A poco? Se ve muy bien" fue su réplica. No es tan complicado entender el fenómeno Jetta en México, después de todos estos años, va a ser que Volkswagen sí nos conoce bien.
Quemacocos, asientos en piel a dos todos y pantalla táctil son suficientes herramientas para que, cual rompecorazones, el Volkswagen Jetta conquiste a su presa. Hay que admitir que la atomósfera que se respira en su interior inspira un nivel de calidad superior, sobre todo cuando descubrimos que el Jetta 2015 no es como el de antes. Si usted compro un Jetta 2014, omita el siguiente párrafo.
El habitáculo fue una de las partes más beneficiadas de la actualización. Para empezar, los plásticos ya no son duros, de hecho su textura recuerda a la del Volkswagen Golf que probamos hace un par de meses. El acabado tipo piano, el nuevo volante y la mezcla de colores a lo largo y ancho de la cabina aumentan la sensación de calidad, junto a elementos como encendido por botón o la pantalla táctil, de la que hablaremos después.
Equipamiento: Completo, pero...
Al hablar del equipamiento, el Volkswagen Jetta 2015 califica como completo, pero al analizarlo a fondo encontraremos algunas ausencias que no logramos comprender. Ofrece equipo eléctrico, quemacocos, vestiduras en piel, sistema de audio con 8 bocinas, pantalla táctil de 6.5", lector de tarjeta SD, módulo para iPod, aire acondicionado —no clima automático—, computadora de viaje, control de velocidad crucero, conexión Bluetooth y comandos de voz.
Nuestra unidad de pruebas tenía instalados algunos elementos opcionales, como el sistema de navegación y las bolsas de aire tipo cortina... y sí, así es como llegamos a la zona de los grandes vacíos. Omitiendo el climatizador automático sin el que, sinceramente, podemos vivir, encontramos las bolsas de aire tipo cortina como equipo opcional, cuando deberían ofrecerse como equipo de serie; por otro lado, llama la atención que Volkswagen siga sin ofrecer control de estabilidad en el Jetta, aún cuando sus rivales —Focus, Elantra o Mazda 3, por ejemplo— sí lo hacen.
El funcionamiento del sistema de entretenimiento también nos dejó mucho que desear. El módulo MDI para iPod no siempre leía nuestro dispositivo cuando lo conectábamos, además la respuesta de la pantalla táctil era algo retardada y la interfaz podría ser más atractiva. Quizá suene a capricho, pero tomando en cuenta que por 348 mil pesos el Golf ofrece un sistema mucho más amigable, no entendemos por qué el Jetta no puede incorporarlo.
Continuará... Continúa.