El Bugatti Veyron ha llegado al final de su vida, siendo el último modelo en producirse el La Finale, que suena muy semejante a LaFerrari. Después de sus 10 años de vida, aquí vemos como se contruía su motor W16 en Molsheim.
Este increíble motor que produce 1,000 hp (en su versión menos poderosa), cuenta con una configuración de 16 cilindros en W producto de "juntar" dos motores V8 de ángulo agudo.
Cuatro válvulas alimentan de aire y combustible a cada cilindro así como se encargan de sacar los gases de escape. Esto da un total de 64 válvuas que descansan en cuatro árboles de levas, gracias a la configuración VR8 del motor.
Cuatro turbos alimentan de aire extra al motor y son complementados por varias partes necesarias para enfriar y lubricar el tren motriz. Entre estas se encuentran 3 intercambiadores de calor de aire a agua para los intercoolers, tres radiadores para el motor, un radiador para el aire acondicionado, un radiador para el aceite de la transmisión DSG, un radiador para el motor, y otro radiador más para el diferencial.
Con dichas características es más fácil entender por qué el Veyron era tan pesado, así como dar un vistazo a la ingenieria que se necesitó para lograr que un auto de súper lujo superara los 400 km/h.
En Motorpasión México | Video: El Bugatti Veyron se despide como lo merece una leyenda