Cambiar o no cambiar los rines de tu auto, así es como se podría afectar la conducción
A quien no le encanta ver un auto con unos rones sumamente estilizados, con un diseño muy llamativo y acompañados por un neumático que claramente muestra un diseño de competición. Los rines son uno de los elementos estéticos más atractivos en cualquier automóvil, pero su función va mucho más allá de solo “embellecer nuestro auto” y realizar un cambio de estos sin tomar en cuenta otros factores, podría traer consecuencias graves a nuestra conducción.
En primer lugar, tenemos que mencionar que en el mercado existen millones de rines distintos, algunos fabricados por marcas de gran renombre y tradición que someten a pruebas exhaustivas sus productos antes de lanzarlos al mercado (y algunos incluso ofrecen sus productos a través del fabricante de autos), mientras que otros fabricantes solo producen piezas de dudosa calidad, pero a precios muy atractivos.
Esto ya nos va dando una idea de que realizar un cambio de rines quizá no sea una decisión que deba realizarse a la ligera, pero aún hay más, pues el fabricante de tu auto pasó una cantidad razonable de tiempo diseñando un juego de rines que permitieran al vehículo obtener una buena relación de eso, aerodinámica y desempeño, así que tu auto está diseñado para funcionar con el juego específico de rines que el fabricante te entregó.
Esto quiere decir que cambiar el diseño o diámetro de los rines podría traer consecuencias negativas más allá de lo estético, pues cambiar el diámetro de los rines afecta inevitablemente el peso de tu vehículo, la alineación de los ejes, la cantidad de fricción ejercida contra el suelo al momento de la rodadura, y el momento de fuerza tanto en la aceleración como en el frenado.
Esto básicamente se traduce en que tu auto acelerará de manera más lenta, será más inestable al andar (sobre todo a altas velocidades), el velocímetro y el odómetro no podrán realizar bien su trabajo y, por si fuera poco, incluso podrías sentir más dura la dirección y la suspensión.
Tampoco hay que olvidar que elegir unos rines bonitos y baratos se puede traducir en que te quedes sin sistema de rodaje la próxima vez que pases por un bache. Un buen rin debe soportar golpes leves sin deformarse. En casos muy drásticos, un golpe severo puede doblar la ceja interna o externa del rin. Si el daño es grave, puede provocar la consabida fuga de aire.
Es por estas razones que se recomienda poco hacer un cambio de rines sin pensarlo bien antes, pues cuando este se realice hay varios puntos a tomar en cuenta más allá del diseño del nuevo juego que se vaya a integrar a nuestro vehículo y aquí te dejamos algunos tips.
En primer lugar, utiliza solo piezas de equipo original vendidas por el fabricante de tu auto o bien por marcas reconocidas en el mercado internacional y que cuenten con el respaldo de organismos de seguridad, como TÜV. Estas piezas, sin duda, son un poco más caras, pero el beneficio con relación a la calidad de construcción va a ser verdaderamente notorio respecto a rines chinos o imitaciones de bajo costo.
En este punto es importante recordar que algunas marcas como Ford, Chevrolet y BMW cuentan con amplios catálogos de accesorios para modificar la apariencia y conducción de sus autos y aquí la gran ventaja es que todas esas piezas, aunque sean fabricadas por empresas externas, cuentan con el respaldo del fabricante.
En segundo lugar, se recomienda ampliamente que el nuevo juego de rines sea por mucho 2 pulgadas mayor al de equipo original que tiene tu vehículo. Es decir, si compraste un auto con rines 15 originales, no vayas más allá de las 17 pulgadas y compensa el aumento del diámetro del rin con neumáticos con un perfil 10% más bajo por pulgada. Si por ejemplo los neumáticos originales de tu auto son 215/50 R15, reemplázalos por unos 215/40 R16 o bien por unos 215/30 R17, según sea el caso.
Por último, y junto al punto anterior, al hacer un gasto en rines, también debes hacerlo en neumáticos de buena calidad. Por ninguna razón compres neumáticos de baja calidad para tu auto solo porque son más económicos, pues no solo estarás poniendo en riesgo tu auto, sino tu vida. Confía en llantas de marcas reconocidas, en el mercado hay muchas opciones.
Ahora bien, hablando de materiales, aunque hace algunos años había fabricantes que incorporaban rines de acero, de aluminio e incluso de otras aleaciones (como placacero), en la actualidad, la mayor parte de los autos que se venden constan de rines de aleación de aluminio; claro, a menos que compres un camión de volteo o de pasajeros, modelos que regularmente ruedan sobre rines de acero, por aquello del peso y la resistencia.
También hay modelos como el Ford GT o el Shelby GT500 que incorporan rines de fibra de carbono, pero ese es otro cantar, ya que por el momento, los rines de ese material solo están disponibles para autos muy exclusivos.
Con estos tips, te aseguramos que el nuevo juego de rines que instales a tu vehículo será completamente fiable, seguro y tendrá un impacto mínimo en la conducción de tu auto, y podrás disfrutar de él con gusto en cualquier exhibición.
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