A partir de ahora, todos los días 22 de septiembre se convertirán en el “Día Nacional sin Automóvil”, de acuerdo a un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, firmado el pasado 3 de abril por el diputado Édgar Romo García, presidente de la Cámara de Diputados; por el senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente del Senado de la República; por la diputada Verónica Bermúdez Torres, secretaria; y por el senador Juan G. Flores Ramírez, secretario.
El decreto, que fue expedido por el presidente Enrique Peña Nieto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, o sea, a partir de mañana sábado.
La información de cómo se llevará a cabo esta acción, a quiénes afectara y, en su caso, si habrá exenciones no se ha dado a conocer, por lo que se espera que en el transcurso de las próximas semanas se difundan más detalles al respecto.
Desde luego que se tendrán que contemplar las muchas aristas que podría tener este tema, de tal forma que ayude realmente a disminuir el daño por el aire contaminado que respiramos diariamente y que no termine siendo una variante del “Hoy No Circula” que genere más problemas y molestias que soluciones.
De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) nueve de cada diez personas en el mundo respiramos aire contaminado, lo que provoca 7 millones de muertes anuales por causas directamente relacionadas con la polución.
La organización afirma que pese a los esfuerzos de los gobiernos, los niveles de contaminación se han mantenido estables en los últimos seis años, aunque con pequeñas mejoras en algunas ciudades de Europa y América.
Seguir el ejemplo de otras ciudades, la mejor solución
Lo que en este caso debe hacer el gobierno mexicano es seguir el ejemplo que se ha implementado en algunas ciudades europeas, como París, donde el último domingo de septiembre vacía de coches algunas de sus avenidas más representativas, como Los Campos Elíseos, lo cual ha redundado en aire más limpio y cielos más azules, al tiempo que crea más conciencia entre la población sobre el abuso en el uso de los automóviles.
Algunas otras ciudades, como Madrid han seguido el ejemplo y planean liberar de la circulación de coches el centro de la ciudad en un futuro muy próximo.
Lo cierto es que, como lo mencionamos anteriormente, no es una decisión que debe tomarse a la ligera dado que en este asunto puede haber más perdedores que ganadores, amén de que restringir el tráfico vehicular en determinadas zonas redundará en mayor tráfico en áreas aledañas, como sucede en algunas ciudades de México, cuando los domingos se organizan rodadas en bicicleta o bien, cuando hay maratones o actos parecidos.
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