No hay marcha atrás. Después de casi dos décadas y más de dos millones de unidades fabricadas, la producción de los actuales Dodge Charger y Dodge Challenger finalmente llegó a su fin. El Charger y Challenger finales se terminaron de montar en la línea de producción de Stellantis en Brampton, Ontario, Canadá.
El último Charger quedó inmortalizado en un acabado Destroyer Grey Scat Pack Widebody, mientras que el Challenger final correspondió a una unidad terminada en Pitch Black edición SRT Demon 170, lo que significa que equipa un motor Hemi V8 de 6.2 litros supercargado, capaz de generar hasta 1,025 caballos de fuerza.
A pesar de haber entrado en producción en 2005, los vehículos basados en la plataforma L Car, que incluye a estas dos leyendas, han tenido una notable vida. A lo largo de su trayectoria, se han vendido un total de 4.3 millones de unidades montadas sobre esta arquitectura, incluido el efímero Dodge Magnum, de los cuales, 1.4 millones correspondieron al 300C y 1.8 millones al Charger. Incluso, los trabajadores que lo fabricaban se sorprenden por su longevidad en las líneas de ensamble.
De hecho, durante los primeros tres trimestres de 2023, el Challenger fue el automóvil más vendido en su clase, superando al Ford Mustang y al Chevrolet Camaro. Aunque el Charger, Challenger y 300C tal como los conocemos han terminado su producción, Dodge no quita el dedo del renglón de los autos potentes. El Dodge Charger Daytona SRT Concept, revelado en agosto pasado, indica que la marca se está moviendo hacia el desempeño eléctrico.
De momento, la planta de Brampton permanecerá a oscuras durante casi dos años mientras Stellantis renueva las instalaciones con nuevas líneas de estampado y taller de pintura. Cuando los trabajadores regresen a fines de 2025, construirán el Jeep Compass de próxima generación y vehículos en la plataforma STLA Medium de combustión interna y sistemas de propulsión eléctricos de batería.