Por estas fechas, Elon Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) están en una cruzada por eliminar departamentos enteros del gobierno para recortar gastos y personal. Al mismo tiempo, el que es el hombre más rico del mundo llegó a su posición al tomar más de 38,000 millones de dólares de las arcas de la administración estadounidense.
Una investigación de The Washington Post sacó las cuentas de todos los préstamos, subsidios y contratos que agencias del gobierno han otorgado a Musk y sus diversas empresas desde principios del milenio. El dinero otorgado en algunas ocasiones fue crítico para su supervivencia, mucho antes de que consiguieran la posición dominante que ahora ocupan en sus industrias.
En los últimos 20 años, Space X ha recibido más de 26,000 millones de dólares; mientras que Tesla roza los 16,000 millones en fondos recibidos del gobierno.
El medio, por ejemplo, cuenta la vez que Musk luchó para asegurar un préstamo con bajo interés del Departamento de Energía para Tesla: nada más que 465 millones de dólares. Al enfrentar la falta de una certificación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) necesaria para obtener el financiamiento, no dudó en presionar persistentemente a su directora en ese momento, Linda Perez Jackson, machacándola a llamadas y correos electrónicos a diario hasta obtener el documento requerido.
Con ese dinero, Tesla pudo desarrollar el Tesla Model S, comprar una fábrica antigua de GM y Toyota en California y, en pocas palabras, sobrevivir como compañía.
“El verdadero superpoder de Elon es conseguir dinero del gobierno”, llegó a opinar Jeff Bezos, quien compite con el empresario en su carrera espacial con Blue Origin. Pero SpaceX ha recibido mucho más soporte de las arcas públicas, según Reuters.
Actualmente, DOGE tiene como misión reducir presupuestos, personal o contratos de las siete agencias gubernamentales de donde Musk ha conseguido presupuesto.
“Con DOGE, parece haber una paradoja”, opinó Jeffrey Sonnenfeld, profesor de la universidad Yale.
“Musk ha sido un gran beneficiario de la política industrial nacional, especialmente de la política industrial demócrata, a través del financiamiento gubernamental”.
Beneficiario por lustros del dinero del estado, ahora que Musk ostenta una posición de poder parece dispuesto a eliminar las mismas ayudas de las manos de cualquier otro competidor.