Tesla tiene más de 12,000 empleados en una Gigafactoría cerca de Berlín, Alemania, y por lo visto, una tasa de empleados reportándose enfermos que es tres veces mayor al estándar de la industria. Tanto así, que los jefes de la planta han comenzado a visitar sorpresivamente a los trabajadores en sus casas para averiguar si están enfermos… o simplemente abusando del sistema.
La fábrica de Tesla protagonista de esta noticia ya lleva un par de polémicas en su historia. En marzo, un grupo de activistas ambientales sabotearon la producción después de provocar un incendio que interrumpió su suministro eléctrico. Elon Musk no se tomó a bien el ataque, al que calificó de una extrema tontería.
En esta ocasión, los mismos empleados de la empresa parecen orquestar otro tipo de sabotaje, esta vez por medio de las políticas de enfermedad de Alemania, una de las más generosas del mundo. En este país, los empleados tienen derecho a reportarse enfermos hasta seis semanas por año mientras reciben salario completo.
Cuando la tasa de empleados de Tesla reportando bajas por enfermedad subió al 17% este agosto, los directivos de la Gigafactoría comenzaron a tocar las puertas de los trabajadores en persona. El medio local Handelsblatt relató que tanto el director general como el jefe de recursos humanos se encontraron con que les cerraran la puerta en la cara, no les quisieran abrir, o incluso quisieran llamar al número de emergencias.
“Se notaba la agresividad”, dijo Erik Demmler, director de RRHH de la fábrica en Alemania, según una llamada interna reportada por el medio local.
André Thierig, el director senior de la planta automotriz, dijo que las visitas a empleados no fueron generalizadas, pero defendió su decisión. Según su razonamiento, las alarmas se encendieron cuando notaron que los trabajadores tendían a tomarse más días por enfermedad los viernes, pese a que quisieron confiar en “la ética laboral” de los involucrados.
“No es un indicador de malas condiciones laborales porque la carga de trabajo es la misma todos los días y en todos los turnos. Eso sugiere que el sistema social alemán está siendo abusado en cierta medida”, dijo Thierig.
La situación fue retomada estos días en X, donde Elon Musk habita, y se tomó el tiempo de comentar al respecto.
“Esto parece una locura. Ya lo estoy investigado”, comentó en un ̶t̶w̶e̶e̶t̶ post.
Con su historial de exigir que los empleados incluso pasen la noche en la oficina si es necesario, solo queda ver cómo el CEO de Tesla resolverá la situación de su fábrica en Alemania.
Imágenes: Tesla