El 30 de enero de 1920, sin saberlo, Jujiro Matsuda le daría motivos para sonreír a muchos amantes de los autos alrededor del mundo. Mazda nació hace exactamente 100 años bajo el nombre de Toyo Cork Kogyo Co. Ltd., como una empresa dedicada a la producción de corchos, maquinaria pesada y de herramientas.
La historia de la marca tomó su curso actual en 1929, cuando Matsuda decidió apostar por la fabricación de autos. Aquel primer modelo, llamado Mazda Go, vio la luz en 1931, tenía tres ruedas y era un vehículo totalmente orientado al uso comercial. Aún salía a la venta bajo el sello de Toyo Kogyo.
Matsuda no imaginaba el éxito que tendría el Mazda Go. Con un motor de tan solo 482 cc y una pequeña batea, este vehículo se convirtió en uno de los héroes locales tras el estallido de la bomba nuclear en Hiroshima en 1942. A través de él se transportaban víveres, comida y herramientas al pueblo.
Su producción se reanudó al terminar la Segunda Guerra Mundial. Pese a la destrucción del conflicto, las instalaciones de Toyo Kogyo permanecieron intactas, lo que permitió satisfacer la alta demanda de vehículos comerciales para la reconstrucción del país.
Jujiro Matsuda siempre fue fiel a su idea de fabricar autos. A finales de los años 30 ya se planteaba crear un coupé, aunque la guerra terminó poniéndole pausa a sus planes. Su hijo Tsuneji Matsuda, quien tomó las riendas de la empresa en 1951, sería quien ejecutaría el sueño de su padre.
La compañía cambió su nombre a Mazda en 1960 para presentar su primer auto, un coche de dos puertas llamado R360 Coupé. Dos años más tarde se presentaría un sedán, en Mazda Carol. La compañía comienza su expansión hacia Europa y Estados Unidos, permitiéndole llegar al millón de unidades fabricadas para 1963.
La curiosidad de Tsuneji por motores alternativos —que hoy mantiene su filosofía a través de la tecnología SKYACTIV-X— lleva a Mazda a comprar la patente de un motor rotativo a una empresa alemana. En principio parecía un error por la cantidad de problemas que desataba, pero tras 8 años de desarrollo, el motor rotativo Wankel se estrenó en el Mazda Cosmo Sport 110S en 1967.
La década de los 70 fue de transformación para la marca. Por un lado, su éxito le permitió echar raíces en Estados Unidos, donde abriría un centro de investigación —ubicado en California. Por otra parte, la crisis de petróleo pondría en jaque a su motor Wankel, que buscaba seguir ganando fama con el estreno del RX-7 en 1978. Ford adquirió el 25% de la compañía durante esta década.
Durante los años 80, con participación de Ford, la gama de Mazda comienza a tomar su forma actual. Esta es la década en la que se estrenaron los Mazda 323 y 626, que se convertirían en los Mazda 3 y Mazda 6 que conocemos actualmente. En 1989, uno de los favoritos de la marca vería la luz por primera vez, el Mazda MX-5, el Miata.
La historia de Mazda en México se comenzó a escribir en 2005
Mazda llegó a México el 6 de octubre de 2005, con una red de tan solo cinco concesionarios, ubicados en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Su gama inicial estaba compuesta por sólo tres modelos: Mazda 3, Mazda 5 y Mazda 6, aunque al poco tiempo se sumaron CX-7, CX-9, Mazdaspeed 3 y, desde luego, el icónico MX-5.
A principios de 2014, Mazda inauguró su fábrica en México, ubicada en Salamanca, Guanajauto. En sus instalaciones se fabrican actualmente los Mazda 2 Sedán y Hatchback, Mazda 3 y Mazda CX-30, lanzado recientemente al mercado. Como antesala de su festejo de 15 años en México —y 100 a nivel mundial—, Mazda anunció a finales de 2019 la venta de su unidad 500,000 en nuestro país.
La historia de Mazda se sigue escribiendo en México y en el mundo. La marca se suma a la tendencia de electrificación con el MX-30 y apuesta a la vez por la reducción de emisiones contaminantes a través del plan Zoom Zoom Sustentable 2030, para el cual tienen previsto reducir un 50% los niveles de dióxido de carbono de 2010 a 2030, y un 90% para 2050, incluyendo el inicio de producción del auto, hasta el final de su vida útil.