Hay un reto al que se enfrentan todas las grandes ciudades: el uso excesivo del automóvil. Más allá del tráfico, la contaminación del aire se ha convertido en un importante problema sanitario que al menos en Londres cobra la vida de alrededor de 9,000 personas al año. Su nueva —y radical— medida para reducir los índices de contaminación es cobrar 10 libras al día a coches anteriores a 2006.
La tarifa, llamada Toxicity Charge, sólo aplica para circular en la zona central de Londres, donde se concentra la mayor cantidad de contaminación y de vehículos. Sus embotellamientos suelen ser tan densos, que incluso desde 2003 también se cobra otra tarifa llamada Congestion Charge: hay que pagar 14 libras (£11.5 si es pago anticipado) al día por circular en el centro de Londres, independientemente del año del vehículo. Por lo tanto, los modelos anteriores a 2006 tendrán que pagar ambas tarifas, un total de 24 libras al día: 603 pesos al tipo de cambio actual.
El gran problema de Londres es el exceso de parque vehicular con motores a diesel y la cantidad de coches antiguos. Son alrededor de 10,000 vehículos anteriores a 2006 los que circulan hoy por sus calles. La decisión del año-modelo al que se le impuso la tarifa se tomó a partir de la entrada en vigor de la norma de emisiones Euro 4: los coches anteriores a ese año no la cumplen.
A corto plazo, se espera que París tome decisiones similares a Londres, mientras que la capital inglesa está evaluando la posibilidad de imponer en 2019 esa misma cuota de 10 libras a coches con motores a diesel anteriores a 2015.