México desarrollará su propio auto eléctrico, promesa de Sheinbaum: se llamará Olinia y será barato, pero hay motivos para pensar que no saldrá bien

El gobierno de Claudia Sheinbaum se prepara para producir su primer auto totalmente eléctrico, diseñado y ensamblado en el país por talento mexicano, según el punto 34 de sus 100 compromisos de gobierno.

El auto llevará por nombre Olinia, un vocablo del náhuatl que entre varias acepciones, también significa ‘moverse’, según el Gran Diccionario Náhuatl de la UNAM. El anuncio lo dio la presidenta en el Zócalo capitalino durante su toma de protesta, este 1 de octubre.

“Un pequeño auto de acceso popular, 100% eléctrico, 100% diseñado por jóvenes mexicanos y mexicanas y ensamblado totalmente en nuestro país”, dijo Sheinbaum.

La promesa de gobierno formará parte de su nuevo Programa de Desarrollo Tecnológico para la Innovación, donde el auto eléctrico fue uno de varios ejemplos mencionados por la presidenta. También espera poner un satélite en órbita que mejore la conectividad en el país, que México se integre a la cadena de producción de semiconductores, y que el país se involucre en la explotación de litio, componente esencial de las baterías de smartphones y coches eléctricos.

Un auto eléctrico del gobierno: mucho dinero

El anuncio de la presidenta no aportó detalles sobre el precio del auto, el lugar donde se fabricará o la fecha estimada de su salida al mercado. El único indicador es que el compromiso tendría que realizarse durante su mandato, que terminará en 2030.

Actualmente, los vehículos eléctricos más accesibles a la venta en México son el SEV E-Wan Cross, de 349,900 pesos, el JAC E10X, de 357,000 pesos, y el BYD Dolphin Mini, que parte de los 358,800 pesos. Todos estos ejemplos son de autos de empresas de China, que han enarbolado los precios bajos como su principal atractivo de ventas.

Pero aunque estos precios se ubican por mitad del precio del Tesla más barato a la venta en el país, probablemente no duren demasiado. Este 1 de octubre vencieron los beneficios arancelarios que beneficiaban a los autos chinos importados en México, que eran de 15% a 20%, por lo que podría haber un ajuste de precios próximamente.

En su país de origen, el gobierno chino aportó unos 29,000 millones de dólares en subsidios o incentivos de impuestos, de 2009 a 2022, para impulsar el desarrollo de eléctricos, según un análisis del MIT Technology Review. El reporte también indica que el éxito no vino de la noche a la mañana, pues en el primer año solo se vendieron menos de 500 coches eléctricos.

En la actualidad, los autos eléctricos de SEV, BYD o incluso Xiaomi también deben sus precios competitivos a una serie de procesos de manufactura robotizada de primer nivel. Esta última empresa, por ejemplo, reveló que es capaz de armar un auto cada 76 segundos, con lo que pudo hacer frente a una demanda de 75,000 pedidos del eléctrico SU7 en unos cuantos días.

Estados Unidos, por otro lado, se encuentra en medio de una costosa campaña para impulsar el crecimiento de autos eléctricos nacionales mientras hace todo lo que puede para bloquear las importaciones de los de China. En el último año de gobierno de Joe Biden se están destinando 1,700 millones de dólares para acelerar la producción de EVs en Estados Unidos, con la meta de que para 2030, todos las ventas de autos en el país sean de eléctricos, y de ser posible, hechos en casa.

Hasta el momento, los autos eléctricos totalmente Made in Mexico están muy por debajo de la producción de competidores internacionales. Zacua, una startup mexicana de autos eléctricos creada en 2017, tiene una línea de ensamblaje que nombra ‘artesanal’, pues cada vehículo es armado a mano en una planta en Puebla. Sus dos modelos, Zacua MX 2 y Zacua MX 3, se ofrecen en casi 500,000 pesos, y hasta 2022, se sabía que habían vendido 100 unidades, 30 de ellas a “family and friends”.

Antes del Zacua, la marca Mastretta, de Toluca, sin ser de autos eléctricos, se vio obligada a detener producción en 2014 por dificultades administrativas que llevaron a la empresa a agotar sus fondos.

Aun así, toca esperar detalles para saber si Olinia buscará competir contra los precios de un Tesla Model 3, de 749,000 pesos, o de alguno de los autos eléctricos chinos más baratos para poder considerarse un auto de acceso popular. Pero principalmente, valdrá la pena observar cómo será la estrategia del gobierno mexicano para fabricar un auto eléctrico que esté a la altura de la competencia internacional que cada vez es más agresiva tanto en precios como en calidad.

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