En abril del año pasado, Porsche emitió un llamado a revisión para casi todos los modelos Carrera GT vendidos en Estados Unidos, en concreto, 489 unidades, debido a un posible problema relacionado con las juntas esféricas que conectan los componentes de la suspensión de la horquilla.
Durante una inspección convencional de un vehículo, Porsche encontró algunas articulaciones rotas que el propietario del auto aparentemente no conocía. Una revisión profunda determinó que el material utilizado para las juntas no proporcionaba "resistencia suficiente a la corrosión por tensión intergranular cuando se exponía a la sal y a la tensión mecánica durante su vida útil".
Es justo ahí en donde radica el problema de los dueños de un Carrera GT en la Unión Americana, pues la cobertura del seguro podría cancelarse si algo le sucede al automóvil mientras se conduce, porque Porsche advirtió a los propietarios que no lo hicieran.
Con ese llamado a revisión llegó una advertencia de Porsche de no conducir el automóvil, sin embargo, nueve meses después, esa advertencia sigue vigente y con los Carrera GT detenidos, ya que la firma alemana, hasta el momento, no ha encontrado una solución mecánica definitiva que termine con este inconveniente, así que tendremos Carreras GT guardados por un tiempo más.