SEAT Ibiza Cupster, la vez que la firma española nos hizo soñar con un Ibiza roadster

El SEAT Ibiza siempre ha sido un auto enfocado a los jóvenes y aunque para nosotros siempre tenga un diseño y elementos joviales, la realidad es que ya tiene poco más de 35 años en existencia. Para celebrar su 30 aniversario, en 2014, la marca creo un concepto que eliminaba el techo y echaba mano de su variante más radical dando como resultado al SEAT Ibiza Cupra Cupster.

Los hatchbacks subcompactos con variantes convertibles fueron un segmento bastante popular que tuvo nombres muy conocidos, yendo desde un Ford KA, hasta los emblemáticos Peugeot 206 CC. En el caso de SEAT siempre habían pasado de largo por esa tendencia y es que con toda razón, cuando esa corriente estaba al día, SEAT no tenía el tamaño de ahora.

El Ibiza siempre fue pilar de ventas y hasta diseño, sin él, probablemente la marca no habría crecido tanto para desarrollar modelos como el León, Ateca, Arona y compañía. En 2014 este modelo ya estaba más cimentado en la industria y sus seguidores se deleitaban con versiones de acceso para dar batalla, los FR con algunos toques deportivos y con el poderoso Ibiza Cupra que era todo un auténtico cohete de bolsillo. El siguiente paso para SEAT era el de experimentar con él y de paso rendir tributo a 30 años de historia.

Es por eso que el equipo de SEAT Design se dio a la tarea de crear al Ibiza más radical de todos y cuyo fin sería el de impresionar a extraños y conocidos en todo el mundo. Con esto en mente SEAT eligió el famoso festival Wörthersee en Austria que siempre ha sido un lugar esencial para Grupo Volkswagen, especialmente por el Golf y también para los entusiastas del tuning.

Como base usaron un SEAT Ibiza CUPRA, pero más allá de darle todo un kit aerodinámico y modificar fuertemente su motor, se limitaron a cortar el techo, detallar la zona alta de la parte trasera, añadir rines de diseño especial y algunos nuevos detalles al interior. Pocos cambios, pero con un gran efecto en la estética general del auto.

Lo más llamativo es claro, la falta de techo, un parabrisas más corto, ventanas de cortas dimensiones y la eliminación de las plazas traseras, ahora cubiertas para dar ese look de speedster.

Otro de sus puntos más llamativos fue el color de la carrocería, una tonalidad llamada "New Orange". Su interior se acompañó de algunos acentos en color naranja derivados de la variante SEAT Ibiza SC Trophy de carreras presentada en 2013.

A nivel mecánico conservó el famoso motor de cuatro cilindros de 1.4 litros Twincharger que combinaba el uso de un turbo y un supercargador para extraer más poder y mantener la entrega del mismo de una manera más uniforme tanto en un régimen bajo de revoluciones como en uno alto. Podía producir 180 hp y 184 lb-pie de par que movían el eje delantero a través de una caja DSG de 7 cambios.

Claramente, el SEAT Ibiza CUPRA Cupster jamás estuvo en planes de producción, pero al menos fue una gran forma de atraer las mirada de toda la industria. Si bien en nuestros días parece haber quedado descartada la idea de un CUPRA Ibiza, lo que sí podemos esperar es que en cuatro años cuando se celebre su 40 aniversario, seguramente veremos algo sumamente especial.

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