La desaceleración en la demanda de vehículos eléctricos se está sintiendo cada vez más fuerte en toda Europa, lo que ha llevado a los fabricantes a pedir urgentemente un "alivio a corto plazo" de los estrictos objetivos de emisiones de CO2. Para darnos una idea del escenario complejo, en agosto pasado, las ventas de vehículos eléctricos a batería se desplomaron un 43.9% interanual en la Unión Europea, lo que redujo significativamente las cifras generales del mercado.
Por otro lado, de acuerdo con datos de ventas publicados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la comercialización de vehículos eléctricos a batería contabilizaron un total de solo 92,627 unidades en agosto de 2024, una marcada caída respecto de las 165,204 unidades que se reportaron el mismo mes, pero del año pasado. Esta drástica caída provocó que la cuota de mercado de los vehículos eléctricos a batería se redujera un 14.4%, frente al 21% anterior.
Estos resultados marcan el cuarto mes consecutivo de caída de las ventas, generada principalmente por las fuertes caídas en los mercados de vehículos eléctricos más grandes de Europa. Recordemos que Alemania experimentó una sorprendente caída del 68.8%, mientras que Francia no se quedó atrás, con una caída del 33.1%.
En agosto de 2024, las ventas de vehículos nuevos ligeros en general registraron 643,637 unidades en Europa, lo que supone una caída del 18.3% en comparación con agosto de 2023. Este fuerte descenso refleja la cifra de ventas más baja en tres años.
Haciendo un desglose, las ventas de vehículos a gasolina cayeron un 17.1%, con 213,057 unidades; las de autos a diesel cayeron un 26.4%, es decir, 72,177 unidades, mientras que los híbridos enchufables sufrieron una caída del 22.3%, con 45,590 unidades colocadas. Curiosamente, solo los híbridos experimentaron un crecimiento del 6.6%, con 201,552 unidades, lo que sugiere que aún puede haber esperanza para un mercado resistente en el futuro.
La baja cuota de mercado de los coches eléctricos en la Unión Europea, que en la actualidad de sitúa en el 12,6% en lo que va del año, con 902,011 unidades vendidas, está prendiendo las alarmas en la industria automotriz. Los fabricantes han invertido miles de millones de dólares en iniciativas de electrificación para cumplir con las estrictas normas sobre emisiones y prepararse para la inminente prohibición de los motores de combustión interna en Europa, sin embargo, ahora se enfrentan a la cruda realidad de que los consumidores no están haciendo la transición a los vehículos eléctricos tan rápidamente como se había planteado en un inicio.
En ese sentido, la junta de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles señaló varios factores críticos que contribuyen a esta “trayectoria descendente continua” del mercado de los autos eléctricos.Destacaron como desafíos clave la infraestructura de carga inadecuada, la intensa competencia en la producción, los incentivos fiscales y de compra insuficientes, así como del suministro precario de materiales esenciales. Además, la falta general de crecimiento económico y aceptación del consumidor agrava aún más estos problemas, dejando a las firmas automotrices lidiando con la incertidumbre en su transición hacia un futuro eléctrico.
Al respecto, las marcas automotrices están expresando su preocupación por el hecho de que las regulaciones actuales no reflejan el “profundo cambio en el clima geopolítico y económico de los últimos años”. Según afirman, este descuido está socavando la competitividad del sector automotriz. En su declaración, enfatizan que “la industria no puede darse el lujo de esperar a la revisión de las regulaciones sobre el CO2 en 2026 y 2027”. En cambio, insisten en la necesidad de “acciones urgentes y significativas ahora” para abordar estos desafíos apremiantes.