Los SUV han sido la excusa perfecta para que muchas marcas se pongan "experimentales"... que si SUV urbano, que si SUV convertible, que si nano SUV —sí, alguien lo dijo— y, bueno, esto. Hace poco más de 15 años escuchamos por primera vez el término "SUV coupé" para definir a esos crossovers con una silueta más atlética. La idea nació con el BMW X6, fue rápidamente replicada por otras marcas premium y, ante el éxito, la fórmula ya hace eco también entre modelos pequeños, como el Fiat Fastback, recién llegado a México.
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Fiat Fastback Impetus
$550,000
- Motor: 4 cilindros turbo de 1.3 litros
- Potencia: 173 hp @ 5,750 rpm
- Par: 198 lb-pie @ 1,850 rpm
- Transmisión: Automática de 6 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / tambor
- Peso: 1,301 kg
- Aceleración de 0 a 100 km/h': 9.2 s
- Velocidad máxima': 210 km/h
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 4,427 mm
- Cajuela: 600 litros
- Consumo en ciudad: 10.8 km/l
- Capacidad del tanque: 47 litros
- Fabricado en: Brasil
Hablar del Fiat Fastback implica bajarle el volumen a la voz de la razón. Es cierto que va reuniendo características de equipamiento y de motor que le dan sentido a lo que terminas pagando, pero no lo compras por eso. Quien voltea hacia un Fiat Fastback es por el diseño.
Los días que lo estuve probando me resultó curioso la cantidad de personas que volteaban a verlo, intentando descifrar de qué modelo se trataba. El diseño es bastante curioso. Tiene la altura y las piezas de plástico negro de un SUV, pero la silueta tiene un mayor parecido con la de un sedán... o la de un fastback, que es justamente de donde proviene el nombre. Sin rodeos.
Lo interesante, sin duda, está en cómo se va desvaneciendo el techo en el medallón, para rematar con una trasera corta, donde la tapa de la cajuela además simula un alerón, y las calaveras delgadas aportan cierta sazón deportiva. Y sí, si le notas cierto parecido a un BMW X4, no eres el único ni creo que sea mera coincidencia.
El Fiat Fastback está basado en el Pulse, el SUV más pequeño de la marca. El diseño del frente, de hecho, es prácticamente el mismo; las proporciones son las que marcan una diferencia total. El Fastback es casi 33 cm más largo para conseguir ese aspecto musculoso. De defensa a defensa mide 4.42 metros de largo y, curiosamente, es un poco más largo que el propio Jeep Compass, aunque Fastback no apunta a esa categoría compacta, sino al segmento subcompacto, por las características de su plataforma, proveniente de Pulse y Argo.
Una cabina de acabados sencillos, pero bien presentados
El interior del Fiat Fastback es idéntico al de Pulse. Nos encontraremos con el mismo diseño de tablero, las mismas pantallas, los mismos botones y los mismos materiales. Pese a su enfoque superior, Fiat no apostó por superfices acolchadas; salvo los recubrimientos en cuero, todas las piezas plásticas tienen tacto rígido. La ventaja está en las texturas y combinaciones de tonos. A la vista convence.
Como buen B-SUV que va tras los jóvenes, el interior del Fastback se viste con grandes pantallas. Frente al conductor hay un cuadro de instrumentos digital de 7" con funciones personalizables. Al centro del tablero hay un sistema UConnect de 10.1" con una pantalla de muy buena resolución —de las mejores en la categoría, de hecho— y una interfaz bastante fluida, que admite Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica.
Uno de los aspectos que más me gustaron de la cabina está en la facilidad de uso. En plena era digital, da gusto encontrarse con modelos que todavía destinan botones y perillas a funciones básicas, en vez de depender totalmente de pantallas. La posición de manejo también es fácil de encontrar, aunque la visibilidad hacia atrás no es buena porque, como capricho de diseño, el medallón es bastante pequeño.
Alta dosis de tecnología, con una (importante) asignatura pendiente
Al hablar de equipamiento, el Fiat Fastback da poco lugar a reproches. Su gama en México queda compuesta por dos versiones: Audace e Impetus. Desde el más accesible ya incluye freno de estacionamiento eléctrico, sensor de lluvia, cámara y sensor de reversa, climatización automática, espejo electrocrómico, cargador inalámbrico con enfriador de teléfonos, pantalla de 10.1", llave inteligente y paletas al volante. El tope de gama, de hecho, sólo suma tapicería en piel ecológica, sensores de estacionamiento delanteros, techo bitono, faros de niebla con alumbrado en curva y rines de 18".
La propuesta de equipamiento es muy completa y llamativa, pero hay una asignatura que en Fiat dejaron pendiente: la seguridad. Por algún motivo, el Fiat Fastback sí incluye en toda la gama tecnologías de última generación, como freno autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril o luces altas automáticas, pero descuida elementos básicos como la cantidad de bolsas de aire. A México llega únicamente con cuatro airbags —la marca asegura que funciona como si tuviera seis, pero es poco probable— cuando el estándar de la categoría son seis.
El SUV más potente de la categoría
Hablemos de manejo. Como te he comentado, el Fastback comparte plataforma con el Pulse, aunque en la puesta a punto final sí se sienten algunas diferencias. Respecto al modelo del que deriva, Fastback transmite un poco más de sensaciones deportivas gracias a una dirección ligeramente más firme y una amortiguación una rayita más rígida.
¿Tiene entonces un tacto deportivo? No. Se siente ligero y transmite confianza, pero en el balance final, sigue siendo un SUV de reacciones suaves y mucho más comprometido con el confort, lo cual no es necesariamente malo pensando que se trata de un modelo que pasará la mayor parte del tiempo en ciudad.
El verdadero sabor deportivo y toque divertido del Fiat Fastback está en el motor. Afortunadamente, Fiat no le puso el mismo motor de 97 hp del Pulse; en su lugar encontraremos un propulsor radicalmente superior: un motor turbo de 1.3 litros de 173 hp y 198 lb-pie —compartido con Renegade y Compass.
Es el B-SUV más potente y se nota. Los arranques son rápidos —con un ligerísimo turbolag— y en todo momento se siente sobrado de poder. No le cuesta trabajo rebasar ni incorporarse, y completa los 100 km/h en alrededor de 9 segundos. La transmisión automática de 6 velocidades aprovecha correctamente la potencia y admite modos de manejo Sport o manual desde las paletas en el volante.
8.6
A favor
- Muy buen nivel de potencia.
- Equipamiento completo.
- Diseño diferente.
En contra
- Sólo lleva cuatro airbags.
- Se extrañan acabados más suaves al interior.
- Espacio trasero justo para personas altas.
¿Vale la pena el Fiat Fastback?
La categoría que más está creciendo en México y en el mundo es la de los B-SUV, por eso no debe sorprendernos que cada vez más marcas busquen diferentes enfoques en la misma categoría. El Fiat Fastback va tras esos clientes que buscan un SUV pequeño, pero diferente a lo convencional y con una alta dosis de tecnología.
¿Vale la pena? Si lo que buscas es diseño, potencia y/o tecnología, sí, pero que cuente únicamente con cuatro airbags —en vez de seis— me impide recomendarlo con los ojos cerrados. Una dosis extra de refinamiento al interior tampoco vendría mal, sobre todo al mirar los precios: de 515,000 a 550,000 pesos.
El Fastback gusta, sobre todo, por sus 173 hp, pero en perspectiva y con un presupuesto similar, un Jeep Renegade podría sonar más interesante —con el mismo motor. Otras alternativas que juegan su carta de diseño son el Volkswagen Nivus y Peugeot 2008; en un marco más tradicional, KIA Seltos, Mazda CX-30 y Volkswagen Taos son otras alternativas.
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