Hasta hace no mucho, conducir un SUV coupé era un capricho exclusivo de quien podía pagarse un modelo premium. El éxito de BMW y Mercedes en esta categoría, en México y en el mundo, provocó que marcas mainstream le echaran un ojo. El Volkswagen Cross Sport es eso, un SUV de proporciones similares al X6, pero que cuesta mucho menos. Lo tuvimos a prueba.
Prueba del Volkswagen Cross Sport en video
A finales de 2016, Volkswagen entró con el Teramont al juego de los SUV de tres filas. En principio apuntaban sólo a las familias, como lo hacen Highlander o CX-9; luego descubrieron que esa misma base podría utilizarse para un modelo que encaja más con la idea de un capricho, que con la necesidad de un alto número de asientos.
Así nació el Cross Sport, un SUV coupé para cinco pasajeros —no me juzgues, yo no inventé el término "SUV coupé", pero así los bautizó el mercado— que impone por lo tosco de sus formas. Los pasos de rueda son anchos y muy marcados, el cofre es alto y la fascia recibe enormes tomas de aire, cortesía del tratamiento R-Line que, por cierto, ya lleva la nueva imagen de la submarca deportiva de Volkswagen.
De perfil, las líneas se notan claramente más tensas que en un Teramont; el medallón va más inclinado y hasta el remate de la tercera ventana lateral es más afilado. Por atrás, las calaveras van ligeramente inclinadas hacia el centro y llevan forma de L. Para borrar el carácter familiar del Teramont, Volkswagen apostó por introducir un difusor con cuatro salidas de escape (simuladas), elevar el parachoques y reducir el tamaño del portón de la cajuela.
En general, el Volkswagen Cross Sport es ligeramente más pequeño que el Teramont para conseguir una apariencia más atlética. Es 14.2 cm más corto —en total mide 4.95 metros de largo— y 7.5 cm más bajo. Eso, combinado con el toque R-Line y los rines de 21", consiguen un SUV muy llamativo a la vista.
Un interior discreto, espacioso y muy equipado
A diferencia del exterior, Volkswagen no se rompió demasiado la cabeza intentando crear un interior diferente al del Teramont. La cabina del Cross Sport es idéntica, con ese clásico tablero horizontal y un nuevo diseño de volante, que ya se encuentra también en Taos. El diseño de botones y de perillas es el mismo que cualquier otro modelo con plataforma MQB, con muy buen tacto, pero sin sabor premium.
Al Volkswagen Cross Sport le faltan 10 pesos para costar un millón, y aun así no apunta al mercado premium. La calidad es muy buena en general, con superficies acolchadas en donde es necesario y sin ninguna pieza que llegue a sentirse económica. No es premium simplemente porque Volkswagen prefirió invertir en equipamiento y tamaño el costo que tendrían acabados suaves hasta en rincones que nunca tocaremos.
Al ser el modelo más costoso de la gama, el Cross Sport lleva lo mejor de Volkswagen en Norteamérica, desde un cuadro de instrumentos digital fácil de leer y de personalizar, hasta un sistema de infotenimiento con pantalla de 8", control por gestos, sensor de proximidad, navegación nativa y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica. Todos los puertos USB —cinco en total— son tipo C.
Entre el equipamiento encontraremos elementos de gama alta, como asientos delanteros y traseros con calefacción —los delanteros, además, con función de ventilación—, sistema de sonido Fender de 11 bocinas, techo panorámico, cámara de visión de 360º, portón trasero de apertura eléctrica y memoria para posición de asiento y espejos.
En el campo de asistencias de conducción también encontraremos sistemas que intentan justificar la etiqueta de un millón de pesos. El Cross Sport incluye control de velocidad crucero adaptativo, alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia, asistente de luces altas automáticas, faros con alumbrado en curva, asistente de estacionamiento automático, monitor de punto ciego y sistema de protección proactiva para pasajeros.
El equipamiento, como puedes ver, es muy completo. Tiene prácticamente todo lo que esperarías encontrar. La única ausencia notoria es el freno con modo auto hold y, ya entrados en el capricho del millón de pesos, un asistente de mantenimiento de carril o espejo lateral electrocrómico. Por cierto, a diferencia de Teramont o Tiguan, el Cross Sport lleva climatizador automático de dos zonas, en lugar de tres.
En lo que respecta a espacio, el Volkswagen Cross Sport destaca. La caída del techo y el reporte de dimensiones impacta si lo comparamos con un Teramont, pero al no tener que hacer lugar a una tercera fila, la banca trasera ofrece un espacio inmenso para piernas, cabeza y hombros. La cajuela, además, reporta capacidad de 1,141 litros.
Al volante es más cómodo que deportivo
Repasemos rápidamente los datos principales. La única versión disponible del Volkswagen Cross Sport en México lleva un motor V6 de 3.6 litros, que genera 280 hp y 266 lb-pie, enviadas a las cuatro ruedas mediante una transmisión automática de ocho velocidades y un sistema de tracción integral 4MOTION.
Lo más sobresaliente al volante de este vehículo es lo cómodo que puede llegar a ser, y quizá te suene extraño leer que un modelo que se hace llamar Cross Sport sea más cómodo que dinámico, pero así es.
La suspensión es la misma que el Teramont. Su origen pensado en transportar cómodamente a la familia se manifiesta en movimientos suaves, aunque en Cross Sport se siente un poco más firme. En principio pensaba que Volkswagen había ajustado la rigidez de la amortiguación para conseguir un efecto más deportivo, pero mi conclusión fue que todo se debe a la ilusión que crean los rines de 21", con los que se siente un poco más el impacto con los baches.
En general, el andar del Cross Sport es sedoso. En carreteras es un vehículo extremadamente confortable y muy bien aislado; en curvas, sin embargo, no es tan ágil. La dirección gusta por su ligereza y rapidez, pero las propias dimensiones del vehículo y las transferencias de peso nos obligarán a hacer pequeñas correcciones con el volante dentro de la curva. No le es difícil mantener la trayectoria, simplemente la inclinación de la carrocería delata que lo Sport va orientado más al diseño que al comportamiento, y eso no es malo si lo entendemos como tal: un SUV de aspecto atlético que no compromete el confort.
Hablemos del motor. Si has probado algún V6 de Volkswagen, sabrás a qué me refiero cuando digo que a veces se sienten más potentes de lo que en realidad son. Al más mínimo roce del acelerador, el Cross Sport se avienta e incluso da la impresión de ser un SUV rabioso —al menos cuando arrancamos desde cero—.
Al salir a carretera, notarás que su V6 no es tan explosivo como imaginabas. Su aceleración es contundente y en ningún momento llega a sentirse que el motor le quede pequeño, pero no se siente tan audaz al momento de rebasar a velocidad crucero. Tiene la potencia justa para decir que no le cuesta trabajo, aunque no la suficiente para llamarlo Sport.
La transmisión automática de ocho velocidades trabaja con suavidad y discreción, al ritmo y momento correcto. Lo único que se extrañan son paletas de cambio en el volante; el modo manual sólo puede controlarse desde la palanca. Existen varios modos de manejo a nuestra disposición, desde los clásicos Eco, Sport y Comfort, hasta algunos programas todoterreno.
Finalmente, al hablar de consumo tocamos una de las fibras más sensibles del Cross Sport, y es que su V6 es algo sediento. En ciudad promediamos un rendimiento de combustible de 6.6 km/l; en carretera, de 10.4 km/l.
El Volkswagen Cross Sport es un SUV capricho
El Volkswagen Cross Sport es un modelo con los buenso modales de un SUV, que busca el confort antes que las emociones fuertes, pero con un diseño imponente y deportivo. Es un SUV que vende personalidad y cierto sabor a exclusividad para demostrar que la talla L no es sinónimo de vehículo familiar.
La combinación de estilo, equipamiento y calidad general le dan sentido a su precio de 999,990 pesos, sobre todo si pensamos que cualquier SUV premium con esta silueta es considerablemente más costoso. Tan solo un BMW X4, que es más pequeño, arranca en más de 1.1 millones.
Como tal, el Cross Sport no tiene un rival directo en México porque no hay otro SUV grande con silueta de coupé. Si pensamos en modelos de talla similar, que prioricen estilo antes que número de pasajeros, podríamos enfrentarlo al Chevrolet Blazer o incluso al Ford Edge ST.
8.8
A favor
- El diseño es imponente y atractivo.
- La cabina es sumamente amplia.
- El equipamiento es muy completo e incluye asistencias.
En contra
- El consumo de gasolina es alto.
- No hay versiones más accesibles.
- Se extrañan paletas de cambio al volante
Volkswagen Cross Sport R-Line
$999,990
- Motor: V6 de 3.6 litros
- Potencia máxima: 280 hp @ 6,400 rpm
- Par máximo: 266 lb-pie @ 3,600 rpm
- Transmisión: Automática de 8 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 2,066 kg
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,955 mm
- Cajuela: 1,141 litros
- Consumo en ciudad: 6.6 km/l
- Consumo en carretera: 10.4 km/l
- Consumo combinado: 8.5 km/l
- Capacidad del tanque: 70 litros
- Fabricado en: Estados Unidos