La supuesta amenaza que representan los fabricantes de automóviles chinos no sólo está causando dolores de cabeza a las firma estadounidenses, sino al gobierno de este país, el cual se ha empeñado en proteger su mercado con uñas y dientes de los vehículos asiáticos, endureciendo normas y poniendo frenos comerciales, argumentando que las marcas chinas intentan establecerse en nuestro país para tener acceso al mercado norteamericano por la puerta trasera.
A pesar de ello, una nueva investigación dada a conocer por Automotive News, muestra que los compradores estadounidenses de vehículos eléctricos ya conocen las marcas chinas. De hecho, el 58% de los compradores en Estados Unidos, que tenían muchas o moderadas probabilidades de comprar un vehículo eléctrico, la próxima vez que fueran a comprar un auto estaban familiarizados con marcas chinas como BYD y Nio.
Por su parte, una encuesta realizada por AlixPartners, señaló que el conocimiento de las marcas chinas en Estados Unidos era aún mayor entre los más jóvenes, es decir, en conductores de entre 18 y 25 años.
Los datos también revelaron que el 73% de los conductores estadounidenses considerarían comprar un automóvil eléctrico de una marca china si tuviera un precio 20% por bajo que un vehículo eléctrico de un fabricante de automóviles no chino. La otra parte de la encuesta muestra que los compradores estadounidenses aún podrían dudar en comprar debido a preocupaciones sobre factores como la confiabilidad, la calidad del servicio y la imagen de marca.