Las cosas no pintan nada bien para Faraday Future. El constructor de autos eléctricos busca desesperadamente capitalizarse para seguir a flote, razón por la cual ha puesto en venta algunas de sus propiedades inmobiliarias, incluso tuvo que vender - y arrendar - la sede de sus oficinas centrales en California.
Este no es sino otro descalabro en la larga historia de descalabros de la marca, que pese a todos sus esfuerzos no puede llevar a buen puerto el proyecto de su FF91 que entró en la congeladora hace algunos meses, debido a que la empresa no ha encontrado un nuevo valiente que se atreva a invertir algunos millones más para que la producción del auto eléctrico pueda seguir adelante y vea, por fin, la luz.
De acuerdo con información publicada por The Verge, en los últimos meses Faraday Future ha estado vendiendo las propiedades inmobiliarias que tiene en Estados Unidos. Parte de esta reestructuración incluyó la venta de sus oficinas localizadas en Gardena, California, unas instalaciones que, por cierto, le costaron a FF la friolera de 13 millones de dólares. Este sitio, que aún es ocupado por la empresa se suma a la planta de producción ubicada en Handford, California.
Se sabe que la sede de sus oficinas fue vendida a la empresa Atlas Capital, dedicada a negocios inmobiliarios, quien a su vez está arrendando la propiedad a Faraday Future. Aunado a lo anterior tenemos el hecho de que la firma ha tenido que despedir a aproximadamente 75 por ciento de su plantilla laboral. The Verge afirma que de 1,000 empleados que tenían hace algunos meses, ahora solo cuentan con 250.
Sobre el tema, FF también está tratando de conseguir alguien que les pague 40 millones de dólares por el enorme terreno ubicado en Nevada donde tenía pensado construir su megafábrica.
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