Jeep Commander Overland 2025, manejamos el nuevo SUV compacto de tres filas de asientos de la marca, con pretensiones premium

Entre los años 2006 y 2010, Jeep tenía entre sus filas el Commander, un SUV que utilizaba una plataforma derivada de la Grand Cherokee de la época, pero que mostraba un aspecto más robusto y cuadrado, equipado con un motor V8 que podía ser de 4.7 o 5.7 litros, con hasta 326 caballos de fuerza.

De eso ya han pasado casi 15 años, y ahora el fabricante de vehículos todoterreno recuperó la nomenclatura y lo replanteó para un SUV compacto de tres filas de asientos, cuya fórmula dista de la propuesta original, pero no por ello deja de ser atractiva.

Si observamos con detenimiento su carrocería de 4.76 metros de largo, podremos encontrar, sobre todo en la parte frontal, rasgos heredados de su hermana menor Compass, como la geometría de los faros, parrilla, salpicaderas y fascia, algo que no es casualidad, pues utilizan la misma plataforma, aunque con algunos centímetros adicionales para hacer espacio a una tercera fila de asientos.

Sin embargo, el aspecto de Commander está orientado más hacia el lujo. De hecho, a partir del poste B y llevando la mirada hacia atrás, encontramos rasgos de diseño que también nos recuerdan a su hermana mayor Wagoneer, en puntos como la caída del techo y la configuración de las luces traseras.

Desde el puesto de mando también es evidente el enfoque al lujo en el habitáculo, no sólo por la buena calidad en los ensambles, sino por la selección de materiales que incluye un tablero y consola central con texturas suaves al tacto, volante y palanca de transmisión forrados en piel, asientos con ajuste eléctrico forrados en una combinación de piel y gamuza, así como una pantalla para el sistema de infoentretenimiento de 10.1 pulgadas, con conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, cuadro de instrumentos digital de 10.25 pulgadas, sistema de aire acondicionado automático de doble zona y un equipo de audio firmado por Harman Kardon de 9 bocinas, entre otras amenidades.

Una vez en movimiento la postura de manejo es cómoda, así como la calidad de marcha, con una suspensión confortable, pero con buen desempeño en los tramos en los que abandonamos el asfalto para enfrentar caminos de terracería. La dirección, si bien ofrece un tacto suave, requiere un poco más de giro al momento de corregir la trayectoria, nada grave, aunque un poco de mayor precisión le sentaría mejor.

Por otro lado, el motor de cuatro cilindros de 1.3 litros turbocargado, de 173 caballos de fuerza y 199 libras-pie de torque, acoplado a una caja automática de seis velocidades, que comparte con sus hermanas Compass y Renegade, se muestra solvente, aunque el retraso en la respuesta del turbo está presente, y se debe esperar hasta que el tacómetro roce las 3,000 rpm para sentir un empuje mayor.

Aunque entendemos que el planteamiento de esta mecánica es la eficiencia en el consumo de combustible, tal y como lo comprobamos al registrar cerca de 13 km/l en promedio, y a desplazamientos urbanos, para quienes gustamos de un manejo más dinámico quizá un ajuste en la electrónica del motor y transmisión, para exprimir un poco más de potencia le hubiera sentado mejor a la nueva Commander, considerando que es un vehículo más pesado respecto a Compass y Renegade, y que en algún momento las siete plazas estarán ocupadas.

En ese sentido, el espacio en la tercera fila de asientos no es la mejor opción al momento de viajar para alguien que supera los 1.80 metros de altura, como es nuestro caso, sin embargo, para los niños y ocupantes de menor estatura resultará más confortable.

Tampoco es que la respuesta del tren motriz decepcione, pues una vez que se alcanza una velocidad constante de 120 km/h, la calidad de marcha premia mucho, sin titubeos en los cambios de dirección, sin sacudidas extremas al momento de enfrentar asfaltos maltratados y con cambios de marcha muy suaves.

Con esta apuesta, Jeep busca cerrar un poco más la brecha en su portafolio de productos antes de llegar a la Grand Cherokee, con una propuesta bien equipada, con todas las amenidades para tener una vida abordo más que confortable y sobre todo segura, pues en el apartado de sistemas de seguridad y asistencias no queda a deber en lo absoluto.

En la única versión disponible para nuestro mercado, la Overland, encontramos bolsas de aire frontales, laterales, de tipo cortina y de rodilla para conductor, así como control de tracción y estabilidad, frenado de emergencia, sensores delanteros y traseros, alerta de abandono de carril, sensor de punto ciego y ruta transversal y monitoreo de presión de llantas, entre muchos otros elementos; su precio inicia en 734,900 pesos.

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