En 2023, BYD anunció un ambicioso plan para construir una fábrica en México. Se habló de la posibilidad de instalarla en Jalisco, Nuevo León o Durango hacia finales de ese año, pero hasta ahora no ha iniciado ninguna operación. La razón, según últimos reportes, viene desde China: al gobierno chino le preocupa que la cercanía de México con EE. UU. permita la filtración de la avanzada tecnología de BYD al sector estadounidense.
Según menciona el Financial Times, una persona familiarizada con el tema asegura que la mayor preocupación del ministro de comercio de China es la cercanía de México con Estados Unidos y, además, que el país asiático está priorizando inversiones en países que forman parte su proyecto Belt and Road Initiative.
Mientras tanto, el gobierno mexicano se encuentra entre la espada y la pared. La economía del país depende mucho de su relación con Estados Unidos, que ha acusado constantemente a México como una puerta de entrada de China hacia territorio estadounidense. En respuesta, el gobierno mexicano impuso aranceles especiales a algunos productos de origen chino. La medida no fue bien recibida por China.
Otra persona familiarizada con el tema, citada por el Financial Times, asegura que el gobierno chino ha percibido hostilidad en la reacción de México: "el nuevo gobierno de México ha tomado una actitud hostil hacia las compañías chinas, haciendo la situación más desafiante para BYD". La presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que la firma china nunca ha presentado una propuesta formal de inversión en el país, a pesar de que BYD ha expresado su intención de invertir 1,000 millones de dólares en el país, e incluso ha invitado a gobernadores de estados de interés a sus eventos de lanzamiento.
Analistas económicos aseguran que, aunque a México le interesen inversiones por parte de fabricantes chinos, su relación comercial con Estados Unidos es más significante y, muy probablemente, lo que ha orillado a mirar con más fuerza a EE. UU. que a China, a pesar de las constantes amenazas de aranceles.
La decisión de BYD se encuentra en el aire. Stella Li, vicepresidenta de BYD, menciona que la decisión sobre la fábrica de México no ha sido tomada aún y que "cada día hay diferentes noticias, así que deben hacer su trabajo". La marca ha cobrado mucha fuerza en territorio mexicano, con más de 40,000 unidades vendidas durante 2024 y la previsión de vender alrededor de 100,000 durante 2025.
México no es el único país de interés para la instalación de una fábrica de BYD. La firma china ya comenzó una construcción en Brasil, en Hungría y en Indonesia, y próximamente anunciará un segundo punto de manufactura en Europa, tentativamente en Turquía.
