La continua lucha de Tesla contra el vandalismo no parece dar señales de que llegue a su fin, de hecho, todo apunta a que esta situación sólo está empeorando. En lo que posiblemente sea uno de los ataques más grandes de los que se han tenido noticias hasta la fecha, al menos en cuanto al número de vehículos afectados, más de 80 vehículos Tesla resultaron dañados esta semana en un concesionario de Hamilton, Ontario, Canadá.
Ante ello, la policía respondió a informes de daños significativos en el concesionario Tesla, ubicado en 999 Upper Wentworth Street, cerca de Upper Sherman Avenue y Mohawk Road East. Al llegar, los agentes descubrieron que más de 80 vehículos, los cuales estaban estacionados al aire libre, presentaban daños, incluyendo arañazos profundos, neumáticos pinchados y, probablemente, otras formas de vandalismo.
“Se están revisando actualmente las imágenes de las cámaras CCTV y solicita la ayuda del público para resolver este crimen”, señaló la Policía de Hamilton en un comunicado.
Es curioso que el momento de este último ataque coincide con una investigación en desarrollo en London, Ontario, donde la policía investiga un incendio sospechoso en un estacionamiento local, cuando un Tesla Model S 2025 fue descubierto en llamas el lunes, según la CBC. Afortunadamente, de este incidente no se reportaron heridos, pero la policía estima los daños en unos 140,000 dólares.
Por si fuera poco, en otro revés para la marca en Canadá, los organizadores del Salón del Automóvil de Vancouver expulsaron a Tesla de la cartera de expositores principios de esta semana, alegando motivos de seguridad. Con el inicio del evento los organizadores temían que la presencia de Tesla provocara protestas furiosas y más vandalismo.
La organización de este evento afirmó haber dado a la compañía varias oportunidades para retirarse voluntariamente, pero Tesla se negó. "La principal preocupación del Salón del Automóvil de Vancouver es la seguridad de los asistentes, expositores y personal", declararon los organizadores del evento en un comunicado.
Estos incidentes no son aislados, ya que los ataques contra vehículos y concesionarios Tesla se producen en todo el mundo, aunque Estados Unidos ha experimentado más episodios de estos. De hecho, en las últimas semanas, se ha producido un preocupante aumento de actos vandálicos contra vehículos Tesla particulares y las instalaciones de la compañía, incluyendo concesionarios y estaciones de Supercargadores.
Todo apunta a que la intensidad de los ataques parece haberse disparado desde que el expresidente estadounidense Donald Trump nombró a Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, para dirigir el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Los drásticos recortes al gasto público implementados por el departamento, que provocaron despidos generalizados, probablemente han avivado la tensión. Los tuits a menudo controvertidos de Musk en su plataforma X, que siguen generando controversia, ciertamente tampoco han ayudado a calmar la situación.
Por otro lado, de acuerdo con Newsweek, si los reclamos por vandalismo que involucran a Tesla continúan aumentando, incluso los conductores de Tesla responsables que nunca han recibido una multa por exceso de velocidad podrían ver sus tarifas de seguro dispararse simplemente porque sus autos se han convertido en un objetivo.
Estas son malas noticias para los propietarios de Tesla, quienes ya pagan más por asegurar sus autos que los propietarios de vehículos eléctricos de la competencia: alrededor de 800 dólares más por un Model 3, según la investigación de Newsweek. La situación podría encarecerse aún más si menos aseguradoras están dispuestas a ofrecer cobertura, considerando el riesgo demasiado alto.
