Los autos modernos están equipados de sensores y cámaras, que se utilizan esencialmente para el funcionamiento de sus sofisticados sistemas ADAS de asistencia a la conducción, sin embargo, las imágenes que levantan también pueden ayudar a resolver crímenes. En ese sentido, el Departamento de Policía de Oakland ha remolcado varios vehículos de Tesla que estaban estacionados cerca de escenas del crimen, para buscar evidencia en sus imágenes que ofrecen el Modo Centinela de estos coches.
Si bien los vehículos eléctricos y sus propietarios generalmente no están relacionados con los incidentes, lo cierto es que las imágenes de video de la escena pueden ser muy importantes para un caso determinado. La policía suele pedir permiso al dueño del coche para acceder a la unidad USB de respaldo Sentry Mode de su Tesla, que se encuentra en la guantera, y descargar el contenido deseado. Sin embargo, si no se puede localizar al dueño, los oficiales obtienen órdenes de registro y remolcan los autos eléctricos como evidencia.
Tesla describe el Modo Centinela como "una función que le permite monitorear las actividades alrededor del vehículo cuando está estacionado y bloqueado". La grabación se inicia automáticamente cuando "se detecta un movimiento sospechoso" y "dependiendo de la gravedad de la amenaza". Esto significa que los movimientos agresivos y/o los ruidos fuertes, como disparos o gritos, durante un crimen activan el modo centinela de los Tesla cercanos.
De acuerdo con El San Francisco Chronicle, la policía de Oakland trató de remolcar al menos tres Teslas en julio y agosto, lo que demuestra que esto ahora es parte de sus tácticas y procedimientos establecidos.
Un ejemplo reciente tuvo lugar en el estacionamiento de un hotel cerca del aeropuerto de Oakland, el pasado 1 de julio, cuando un hombre fue encontrado en un remolque con heridas de arma blanca y de fuego, que finalmente lo llevaron a la muerte en un hospital cercano.
Como parte del caso de homicidio, la policía localizó un Tesla que estaba estacionado frente al remolque. El propietario del Tesla era un turista canadiense y permitió que los agentes descargaran las imágenes sin llevarse el coche, lo que le ahorró una visita a la comisaría.