La diversidad cultural que alberga nuestro planeta es muy grande. En ella no sólo se esconden diferentes tradiciones o lenguas, detrás también hay muchos factores que van de la mano con las particularidades geográficas de cada región. Como las necesidades e ideología de cada cultura son diferentes, pensar en que un producto que complazca al mundo entero es muy complicado. Una vez que hayamos entendido todo lo anterior, comenzaremos a comprender por qué cierto modelo no es vendido en todo el mundo o por qué hay variaciones significativas entre un continente y otro.
Para la comparación que vamos a realizar tomaremos tres modelos de diferentes segmentos: un subcompacto, un sedán mediano y un SUV, la condición es que dicho modelo se venda tanto en México como en Europa; por ello, decidimos escoger un Ford Fiesta, un Chevrolet Malibu (sí, sí se vende en Europa) y una Dodge Journey. Pero antes de adentrarnos en datos técnicos y de jugar a "encuentra las diferencias", analizaremos por qué los autos son como son por haber sido creados donde fueron creados.
Tiempos diferentes
Creo que no soy el único que ha tomado un "atajo" para evitar un semáforo. Comúnmente me salgo de la avenida para adentrarme en las calles de alguna colonia y salir aventajado, pues "el rojo" dura eternidades y "el verde" apenas un suspiro. Cuando circulo por ahí, me doy cuenta que el tiempo no ha jugado en favor de sus calles; lo primero que me viene a la mente es que la gente que vive ahí desde hace varias décadas jamás pensó tener un auto y, ahora que lo tiene, no sabe dónde ponerlo y lo deja estacionado afuera, ocupado uno de los dos angostos carriles.
Aunque no lo creas, en Europa se sufre del mismo mal. El paso de los siglos ha provocado que las vías que en algún momento funcionaban, como en México, dejaron de hacerlo; la diferencia está en que si en Europa las calles son estrechas, es porque la gente jamás creyó tener un auto debido a que... bueno, cuando planearon sus calles todavía no nacía ni el buen Shakespare, mucho menos los coches.
Ésta es sólo una de las tantas razones por las cuales los vehículos europeos son más pequeños que los americanos. Además, una mayor conciencia ecológica y un precio más elevado en los combustibles provoca que los fabricantes introduzcan motores pequeños a la gama de productos que ofrezcan en el Viejo Continente, ¿te puedes imaginar un sedan mediano con un motor 1.6? Ellos sí.
Ford Fiesta
¿Qué mejor auto para ejemplificar las diferencias entre mercados que el máximo representante de la estrategia de vehículos globales "One Ford"? Tras la actualización que recibió este año, el Ford Fiesta ha dejado su exterior prácticamente igual en ambos lados del Océano Atlántico, salvo que en el Viejo Continente puede montar LEDs en los faros; el modelo anterior mostraba variaciones en el diseño de la fascia, siendo más agresiva para América y más discreta para Europa.
Las versiones a comparar con el Ford Fiesta Sedan Titanium (México) y el Ford Fiesta 5 puertas Titanium X (España). En Europa, el Fiesta está disponible con motores tanto a diésel como a gasolina, siendo una de las principales estrellas el 1.0 EcoBoost de 100 o 125 caballos de fuerza; sin embargo, para dejar ambos autos en igualdad de condiciones, decidimos tomar en cuenta el 1.6 Ti-VCT de 105 caballos. En México la única opción es el 1.6 TiVCT que desarrolla 120 caballos.
El equipamiento del Fiesta Titanium en México es más completo que el modelo europeo, por lo menos en la versión con el motor 1.6, pues tiene ciertos extras como una pantalla táctil más grande, sistema de navegación, 2 puertos USB, iluminación ambiental y rines de 16"; sin embargo, al escoger el Fiesta Titanium X con el motor 1.0 EcoBoost, notaremos que la balanza se inclina por el modelo europeo pues el equipamiento será idéntico a la versión americana gracias a la incorporación de cámara de reversa, sistema de navegación, encendido por botón; pero sacará ventaja gracias a su motor más moderno y eficiente, y a la incorporación de un sistema de audio firmado por SONY.
El Fiesta europeo es fabricado en España y Alemania, el que se vende en nuestro continente es ensamblado en México, en la planta que la marca tiene en Cuautitlán. A diferencia del Viejo Continente, en América el Fiesta está disponible tanto en carrocería hatchback como en sedán, pues de este lado del Atlántico los preferimos con cajuela.
Precios
- Ford Fiesta Titanium Sedan - $261,200
- Ford Fiesta Titanium X 5 puertas 1.6 Ti-VCT - 14,582 €* (242,540 pesos)
- Ford Fiesta Titanium X 5 puertas 1.0 EcoBoost 100 hp - 15,382 €* (255,896 pesos)
*Ambos modelos tenían un descuento de 5,050 euros
Chevrolet Malibu
A Chevrolet le dio por convertir al Malibu en un vehículo global y, a nuestro parecer, no pudo haber tomado mejor decisión. El modelo que ocupaba su lugar anteriormente era denominado Epica y, perteneciente a la familia Daewoo, el auto dejaba mucho qué desear con respecto a lo que ofrecía la competencia. No así con el nuevo Chevrolet Malibu que, pese a sus orígenes americanos, tiene la confianza de ofrecerse en el mercado europeo.
Bien es sabido que en Europa no son amantes de los vehículos que se venden en Estados Unidos. Esto se debe al tamaño tanto de la carrocería como del motor. El Malibu, aunque conserva sus dimensiones, deja atrás los motores a gasolina (2.5 y 2.0 Turbo) con los que se ofrece en América para dar paso a un diésel de 2.0 litros que desarrolla 160 caballos y, pese a no brillar por su desempeño, cumple en cuanto a consumos.
El equipamiento, una vez más, es más completo para el modelo que se comercializa en América. Con respecto al Malibu mexicano, el europeo deja a un lado los rines de 19", las 10 bolsas de aire (allá sólo tiene 6) y las alertas de colisión y de abandono de carril. Los demás elementos, como sistema de navegación, asientos calefactables de ajuste eléctrico, quemacocos o mandos automatizados permanecen disponibles.
En Europa, el Malibu debe enfrentarse a rivales distintos a los que acostumbra en América. Allá debe pelear contra Opel Insignia, Ford Mondeo (que, en esencia, es un Fusion), Volkswagen Passat europeo, Renault Laguna e, incluso, ser considerado como una opción frente a BMW Serie 3 o Audi A4.
Precios
- Chevrolet Malibu LTZ 2.0 Turbo - $413,500
- Chevrolet Malibu LTZ 2.0 VCDI AT - 32,070 € (533,415 pesos)
Dodge Journey
La historia de Dodge Journey es muy particular. Tanto para el mercado americano como para el europeo, Dodge Journey se fabrica en nuestro país, pero no es comercializada bajo la misma marca. Aquí es vendida por Dodge bajo el nombre "Journey", en Europa se llama Freemont y la vende Fiat.
La explicación de esta diferencia de nombres es muy sencilla. La firma norteamericana se aventuró al mercado europeo desde hace unos años, sin embargo, el éxito no fue el esperado y, aunado a la crisis, lo más sensato fue aprovechar la reciente alianza entre Fiat y Grupo Chrysler para vender los productos norteamericanos bajo el sello de las marcas de la firma italiana.
La estética y el equipamiento de Dodge Journey/Fiat Freemont es prácticamente igual en ambos mercados, salvo las diferencias en la parrilla del modelo europeo, que se tuvo que acoplar al logotipo de la firma italiana. Lo que Journey dejó en América fue el motor, pues en Europa las exigencias la obligaron a incorporar un bloque de 2.0 litros a diésel que desarrolla 170 caballos y, en el caso de esta versión, se comercializa con transmisión manual de 5 velocidades.
Precio
- Dodge Journey R/T - $436,900
- Fiat Freemont Lounge 2.0 Diésel 170 CV MT - 31,753 € (528,142 pesos)
Conclusión
Como podrás notar, algunos modelos no necesitan de grandes modificaciones para triunfar en otros mercados, sin embargo, deben de acoplarse a las necesidades de cada cliente, sin olvidarse de los cambios que las marcas no mencionan, pero que deben hacerse debido a las diferencias de clima entre un país y otro, ¿podrá un auto de la cálida Texas sobrevivir al gélido norte de Inglaterra?
También existen otros autos que no corren con la misma suerte y, para evitarse problemas, no son vendidos en cualquier parte del mundo. Peugeot y Renault no comercializan sus autos en Estados Unidos; la gama de Volkswagen en el Nuevo Continente dista de la que se ofrece en Europa, sobre todo en el la parte sur de América; en Japón, las carrocerías son tan diferentes que incluso podrían parecer ridículas ante los ojos de un comprador mexicano, ¿sería exitoso un key-car en el mercado norteamericano? Nissan ya hizo el experimento con el Cube.
Como dicen, cada país tiene el gobierno que merece, yo digo: cada país tiene los autos que merece. En México, mientras no haya un diésel de calidad y regulaciones que obliguen a las marcas a vender autos seguros, no podemos pedirle a Nissan que incorpore 6 bolsas de aire en todos sus modelos o rogarle a Renault que comercialice su gama europea en nuestro país, con los eficientes motores a diésel incluidos.
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