Del BMW i4 esperaba todo lo que creemos de un auto eléctrico. Autonomía algo limitada, un manejo artificial y buena aceleración, pero sin agilidad destacable. Vaya más gadget que auto. Afortunadamente te puedo decir que BMW sigue respetando sus tradiciones y hoy te voy a contar como el BMW i4 sigue siendo más auto que gadget con ruedas.
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BMW i4 EDrive40
$1,435,000
- Motor: 1 motor eléctrico
- Potencia: 340 hp
- Par: 317 lb-pie
- Transmisión: Automática 1 marcha
- Tracción: Trasera
- Frenos: Disco/disco/regenativo
- Peso: 2,125 kg
- Suspensión delantera: Independiente
- Suspensión trasera: Independiente
- Longitud: 4,783 mm
- Cajuela: 470 litros
- Consumo en ciudad: 5.1 kWh
- Autonomía: 591 km (acorde a la marca)
- Capacidad de la batería: 83.9 kWh
- Lugar de fabricación: Alemania
Un Serie 4 Gran Coupé con la esencia de los BMW i
Por pura “naturaleza” un auto eléctrico es más racional que pasional, no hay un ruido de motor, todo comando que des se procesa a través de una computadora y en general se siente muy artificial.
Pero cuando una marca que se especializa en manejo toma como base una plataforma destacable y usa todo su expertise para ponerlo a punto, lo que sucede es el BMW i4. Que sí me atrevería a decir que es un Serie 4 Gran Coupé a baterías. Con todo lo bueno en manejo que eso implica.
Pero antes de seguir con ello, hablemos de lo que encontramos por fuera. Su silueta es de fastback, una especie de sedán con formas más fluidas y deportivas. Como ya te decía este auto se basa en el Serie 4 Gran Coupé, aunque con sus propios detalles de la familia “i” de BMW.
En este sentido la enorme parrilla tan controversial de la marca va cerrada a la mitad y detrás de ella hay una gran cantidad de sensores, radares y más. Los faros también tienen sus propios detalles en color azul, mientras que los rines son de diseño exclusivo y las manijas van enrasadas a la puerta para mejor aerodinámica.
En la parte de atrás las calaveras tienen un diseño especial y la defensa no lleva alguna salida de escape solo detalles contrastados que simulan ser una. Por si hacia falta más diferencia, por todos lados en la carrocería verás acentos de color azul, al menos en las versiones comunes, porque el modelo que tenemos, aunque es el i4 eDrive40 “de acceso”, viene opcionado con el kit estético de BMW M que oscurece muchos de esos acentos, le da una fascia, defensa y rines con mayor sabor deportivo.
Todas esas líneas de carácter, cofre súper largo y hacen que luzca muy grande, aunque sus medidas son las de un mediano con 4,783 mm de longitud.
Conectividad de punta
Por dentro es notorio que el i4 es una variante derivada y no un producto único como lo es el IX. En este caso tablero y prácticamente todo, es igual a lo que vemos en el Serie 4 Coupé, Gran Coupé o el mismo Serie 3. Y eso para nada es queja.
En este caso ya tenemos lo más reciente de la gama, es decir, una marco curvo que en su interior lleva dos pantallas, de 12.3” para el cuadro de instrumentos y de 14.9” para infoentretenimiento, que dan la apariencia de ser una sola. Estas pantallas ya llevan el sistema operativo 8.0 de BMW. Lo que permite tener actualizaciones a través de la nube, apple carplay y android auto inalámbricos, mejores comandos de voz y una interfaz mucho más extensa y fluida. Por fin hay un sistema que se acerca al MBUX de Mercedes-Benz.
En el día a día todo se siente de calidad y en su lugar. Lo único que de nuevo vuelvo a extrañar son los controles físicos del aire acondicionado. Ahora van acoplados a la pantalla y como siempre, añade un grado más de complejidad al operar mientras manejas.
El equipamiento de serie realmente no está nada mal ya que además de lo que ya hablamos en conectividad, te puedes llevar: aire acondicionado automático de doble zona, iluminación ambiental, sistema de audio de alta fidelidad de 10 bocinas, cargador inalámbrico para smartphone, asientos con ajuste eléctrico y memorias, head up display, quemacocos, espejo electrocrómico, navegación con información de tráfico en tiempo real, entre otros.
También están los servicios conectados de BMW que incluyen servicio de concierge, llamada de emergencia, conectividad con app y hasta la posibilidad de crear una llave digital en tu celular o por tarjeta para abrir y arrancar el auto sin necesidad de cargar el sensor contigo.
Referente a seguridad tenemos 8 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, control de tracción y hasta el asistente de reversa que recuerda los últimos 50 metros conducidos a menos de 35 km/h para que de forma autónoma los recree en reversa por si se te complican las maniobras de estacionamiento.
Más allá de ello y siendo un BMW, puede llevar un arsenal de asistencias y por ejemplo este modelo que tiene varios opcionales agregados, sí ofrece el kit completo de monitor de punto ciego, mantenimiento de carril, freno autónomo de emergencia, visión de 360°, entre otros.
A pesar de ser un auto de 4.7 metros de largo, la parte trasera no es gigante. Vaya, tener las baterías en el piso y esa forma de fastback en primera instancia te roban un poco de espacio de piernas por lo que van algo más flexionadas de lo normal; mientras que a lo alto, aún midiendo yo 1.75 metros, estoy a unos 3 a 5 cm de rozar el techo.
La cajuela por su parte es de 470 litros, no es mucho, de hecho, menos que algunos modelos compactos, y es qué por sus formas y propulsión trasera, se sacrifica algo de espacio para acomodar el motor aquí atrás. Eso sí, la cajuela abre con todo y medallón por lo que es increíblemente fácil guardar cosas aquí, solo ten cuidado con los techos bajos.
Un auto y no un gadget con ruedas
Al volante el BMW i4 áun se siente más auto que gadget con ruedas. Y es que BMW supo como mantener la esencia de la marca. Me llama la atención como a pesar de llevar una configuración que en teoría es más suave para ayudar con la calidad de marcha y el peso extra, aún se siente ágil y responsivo.
Tal vez no tan en la nariz como un Serie 4 o Serie 3, pero de que responde rápido, lo hace. Gracias a los modos de manejo y que esta versión tiene hasta la suspensión adaptativa, realmente puedes hacerlo algo cómodo en el día a día, pero también algo más firme y divertido para carretera. No te digo pista, porque este es un i4 el modelo “base” que de base no tiene nada. Ya para más emociones, hay una versión M50 con mucho más sabor para los que quieren una experiencia más brusca.
Ok, la dirección está totalmente asistida y aunque ofrece el peso que tanto me gusta que BMW ha descifrado. No te dice absolutamente nada. La entrada de los frenos se siente más de coche a combustión con una transición entre frenado regenerativo y frenos tradicionales muy bien lograda.
Hablando de motor, este que es la versión normal, pues está casi al nivel de los modelos con intervención M del Serie 3 y 4: los M340i y M440i. Ese “motorcito” debajo de los asientos traseros y cajuela produce 340 hp y 317 lb-pie de par. El i4 pesa 2,125 kg, y aún con ello puede lograr el 0-100 km/h en 5.7 segundos. Su velocidad tope está limitada a 190 km/h.
Hablando de bateía, su capacidad es de 83.9 kWh, lo que le da autonomía para unos 591 km acorde a la marca. Aunque en situaciones que no sean de laboratorio hablamos de unos 400 a 450 km dependiendo de que tan buenos seamos manejando. A pesar de ello, esa cifra me parece muy buena, vaya si comparáramos con un Serie 4 de poder similar, estoy seguro que obtendríamos una autonomía muy parecida por cada tanque de gasolina.
Este BMW i4 ya incluye un Wallbox de 11 Kw para instalar en tu casa y con el podrás llenar su pila en 8.5 horas. Entonces una vez a la semana o dos si lo usas mucho en tu día a día, basta con que lo dejes cargando en las noches y jamás sufrirás por rango.
9.2
A favor
- Un gran nivel de manejo
- Tecnología de punta en conectividad
- No se siente artificial a pesar de ser eléctrico
En contra
- Es muy bajo, llega a pegar constantemente en los topes
- Parte del equipo más destacable es opcional
- La silueta de fastback llega a reducir un poco el espacio en la parte trasera.
El BMW i4 no es un eléctrico más, es un auto de verdad
El BMW i4 no solo es un eléctrico más, es un BMW puro. Mantiene la esencia de “The Ultimate Driving Machine”, mientras que se llena de tecnología y funciones de nueva generación. Frente a un Tesla Model 3 sin duda alguna, elegiría a este i4 con los ojos cerrados. Mejores materiales, manejo, durabilidad, ensamblados, mejor soporte y demás.
¿Qué me hubiera gustado cambiar? Bueno lo que mencionaba de los controles de A/C, el espacio en la parte trasera, y que como buen alemán premium, mucho del equipo destacado va en lo opcional.
El BMW i40 eDrive40 como el que tenemos aquí parte del $1,435,000 pesos. Pero con los opcionales de asistencias y estéticos que lleva este modelo que manejamos ya se pasó de los 1.6 millones de pesos. Ahora tú dime ¿Te gustó, qué le quitas qué le pones, lo preferirías sobre un Model 3?