Coca-Cola (con Maizena) para la diarrea —dicen nuestras abuelas—, para limpiar óxido y hasta para apagar incendios. La bebida más famosa del mundo es también el líquido más versátil, pero ¿sirve como combustible? Ante la duda, un youtuber ya se encargó de averiguarlo.
El conejillo de indias fue un pobre BMW Serie 3 Estate al que la vida no lo ha tratado bien, a juzgar por su pintura y el estéreo roto. La fortuna tampoco le sonrió cuando la mente detrás de TechRax vertió dos litros de Coca-Cola en el tanque y lo echó a andar para ver cuánto resistía.
Durante los primeros metros, la combinación parecía no haberle afectado, pero al cabo de poco más de un minuto se encendió el testigo de Check Engine y el motor terminó apagándose para no volver a encender. En el video puedes ver con lujo de detalle la agonía de este 325i.
Sólo para saber cuánto costaría repararlo, el auto fue llevado al taller. El diagnóstico tuvo un precio de 135 dólares (2,594 pesos) —más de lo que le costó comprar el coche, según menciona— y el reemplazo o limpieza y de todas las piezas implicadas podría elevarse mucho (mucho) más. ¿Moraleja? Nunca lo hagas.