¿Recuerdan la noticia del socavón que se abrió el pasado mes de febrero en el National Corvette Museum? Sí, ese mismo que prácticamente “devoró” ocho Corvettes de colección.
En los meses posteriores al incidente, el museo se mantuvo abierto y de hecho la afluencia aumentó debido a que los visitantes llegaban por cientos, atraídos por el socavón.
En ese momento, se llegó a plantear la posibilidad de mantener parte del socavón como recuerdo y testigo de lo que ocurrió. Finalmente, le costaría al museo más caro mantener el agujero abierto (1 millón de dólares) que cerrarlo. Así que el enorme pozo devorador de Corvettes se cerrará.
Luego llegó la disyuntiva para General Motors y para la administración del museo: ¿restaurar o no restaurar los ocho Corvette dañados en el incidente?
Sin embargo, a petición de los visitantes y de los fans del Corvette, el museo decidió conservar los cinco ejemplares más dañados, cuya restauración es casi imposible, en las mismas condiciones en las que fueron extraídos del gigantesco hueco.
De esta forma, Chevrolet se encargará de restaurar los dos Corvette menos dañados: el prototipo del ZR1 conocido como “Blue Devil” y el Corvette C4 Convertible, es decir el Corvette número 1 millón.
En cuanto al Corvette 1962, su restauración será llevada a cabo por un especialista externo, cuyo trabajo será pagado totalmente por Chevrolet.
Vía | Chevrolet
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