Bien dirían que de todo pasa hasta en las mejores familias. Ahora las acusaciones apuntan a Ferrari por el aparente trucaje de los odómetros de sus autos para poder realzar su valor de reventa.
Esto sale a la luz gracias a Robert Root, un ex empleado de un distribuidor Ferrari que fue despedido de su trabajo alegando que fue discriminado por su edad y por haber descubierto que la marca autorizaba hacer modificaciones a los odómetros de los autos, con el fin de obtener más dinero del que deberían tener al ser revendidos.
Root incluso presentó documentos en los que asegura que en 2010 Ferrari creó y distribuyó un manual a muchos de sus concesionarios con los que se explicaba detalladamente como "rasurar" los odómetros. De igual forma, asegura que en 2015 la marca impartió un curso presencial para entender y poder realizar con menos dificultades estas operaciones.
Según su reporte, estas operaciones están permitidas siempre y cuando la marca esté enterada y lo autorice, aunque el mismo afirma que sucedía en el lugar donde trabajaba sin tener que tener la autorización de los de Maranello, llegando a ver como colegas suyos, recibían grandes pagos por modificar los contadores de algunos clientes.
No es sorpresa que este tipo de casos se vean, en cualquier auto puede hacerse, sin embargo, al hablar de los Ferrari las cosas toman otro curso, ya que el kilometraje afecta en gran forma cuanto se puede pedir por un auto de ese tipo de segunda mano.
De momento en Ferrari no han hecho declaraciones oficiales, simplemente un abogado de la agencia donde todo comenzó ha afirmado que el caso tendrá que resolverse en tribunales y no ante los medios.
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