Honda ha conseguido un nuevo Récord Mundial Guinness al lograr un promedio de de 2.82 litros por cada 100 kilómetros en un trayecto de más de 13,498 kilómetros durante un periodo de 25 días a lo largo de los 24 países contiguos de la Unión Europea.
Dos miembros del equipo europeo de Investigación y Desarrollo de Honda, Fergal McGrath y Julian Warren, se embarcaron este desafío con el objetivo de demostrar a los escépticos (como yo) el ahorro de combustible en condiciones reales del Honda Civic Tourer 1.6 i-DTEC.
El equipo se embarcó en este viaje por carretera partiendo desde Alost (Bélgica) el lunes 1 de junio para recorrer el continente en el sentido de las agujas del reloj y regresar al punto de partida el jueves 25 de junio.
Esta distancia recorrida equivaldría a conducir hasta Australia desde Reino Unido parando únicamente nueve veces para recargar combustible. En otros números esto se traduce en una distancia de 1,500 kilómetros por cada "parada en pits". El costo aproximado del combustible de todo el viaje fue de unos $11,200 pesos.
El título oficial del Récord es "menor consumo de combustible a lo largo de los 24 países contiguos de la Unión Europea (todos los automóviles)", que se mide en litros por cada 100 km.
De acuerdo con las normas, los dos mismos conductores tenían que viajar en el coche a lo largo de todo el trayecto, el coche tuvo que atravesar las fronteras de los 24 países designados, se debían recoger una serie de pruebas, entre las que se incluía un libro de registro del combustible y el kilometraje, lecturas de GPS, vídeos, fotografías y firmas de testigos imparciales que pudieran comprobar los objetivos cumplidos.
Para garantizar un seguimiento preciso del itinerario, el tiempo de viaje y la distancia recorrida, el vehículo del récord se equipó con un dispositivo de localización TRACKER (compañía de telemáticos de flotas y expertos en recuperación de vehículos robados).
De acuerdo con las normas para batir el récord, el Civic Tourer debía ser un modelo de serie en todos los aspectos y no podía incluir modificación alguna que le diera ventaja alguna. Un testigo imparcial debía pronunciarse en cuanto a este requisito al principio y al final de la prueba.
La carga de gasolina se realizó en gasolineras normales, de manera que se debía llenar el depósito al máximo en cada parada para garantizar que no hubiese ninguna ventaja debido a una reducción en el peso. Además, los neumáticos se debían inflar a la presión recomendada y la alineación de las ruedas debía ser la indicada en las especificaciones de fábrica para que la conducción fuera lo más similar a condiciones normales.
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