La electrificación y las tecnologías de conducción autónoma son dos fuertes tendencias que están marcando el futuro de la industria automotriz. Alcanzar el sueño de coches que puedan prescindir totalmente del conductor podría ser una utopía de acuerdo con Ian Robertson, un portavoz de BMW en Reino Unido.
La firma alemana tiene circulando 40 vehículos autónomos de prueba en carreteras británicas. Diariamente recorren alrededor de 1,000 kilómetros, durante los cuales los pilotos al mando deben intervenir un promedio de tres veces. Si queremos llegar a tener vehículos totalmente automatizados, deben ser perfectos.
El dilema que plantea Robertson —como lo han hecho también muchas otras personas— es la toma de decisiones en maniobras críticas. Ante un accidente inminente, ¿por qué la computadora debería decidir atropellar a un peatón y no a otro? Los vehículos autónomos podrán tener tecnologías perfectas, sin embargo, el entorno por el que circulan tiene variables difíciles —o imposibles— de controlar.
Por tal motivo, es probable que en ningún momento lleguemos a tener vehículos sin volante o que permitan a su "conductor" viajar en el asiento trasero. Una posible solución puede ser que las ciudades sólo permitan la conducción totalmente automatizada en algunas zonas muy controladas en materia de señalización y peatones, o bien, que sea una tecnología destinada exclusivamente a carreteras y autopistas, donde las variables son mucho menores.
El desarrollo de coches autónomos ha abierto un cofre lleno de dudas sobre temas legales, como el culpable en caso de accidente, el tipo de licencia de conducir que se necesita y las condiciones de infraestructura que debe proveer el gobierno de los distintos países para dar luz verde a este tipo de tecnologías.
Vía | Autocar
