La creación de una misma arquitectura adaptable a casi cualquier vehículo de la gama ayuda a los fabricantes a reducir costos de desarrollo y facilitar la producción al tener muchos componentes compartidos. La moda de las plataformas modulares ha llegado a Ford. En lugar de contar con nueve bases distintas, la firma del óvalo azul quiere quedarse sólo con cinco.
La decisión forma parte de la estrategia One Ford que echó a andar el ex CEO de la marca la década anterior. Tal proceso implicó la reducción de 30 plataformas a sólo nueve. El siguiente paso es simplificar sus vías de desarrollo, dejando sobre la mesa sólo cinco: monocasco de tracción delantera o integral, monocasco de tracción trasera o integral, bastidor de tracción trasera o integral, monocasco para una van y la plataforma para vehículos eléctricos.
De este modo, Ford busca reducir un 20% el tiempo que le toma desarrollar un vehículo nuevo y ahorrarse 25.5 mil millones de dólares en los próximos 5 años, periodo de tiempo en el que además veremos una renovación —y transformación— importante en su gama.
La plataforma de tracción delantera ya es utilizada por la nueva generación del Ford Focus y de ahí se desprenderán otros modelos como el próximo Ford Escape o un nuevo crossover con capacidad todoterreno que se colocará por debajo del Bronco, que también se presentará en los próximos años, aunque bajo la plataforma de bastidor compartida con Ranger para asegurar su robustez en trato rudo fuera del asfalto.
