El constructor de automóviles de alto rendimiento está buscando nuevas maneras de potenciar sus vehículos de la manera más eficiente posible y al parecer, instalar en sus motores un turbo eléctrico puede ser la solución para mejorar de una vez por todas la entrega de potencia instantánea.
Como seguramente ya sabes, uno de los problemas más grandes que presentan los motores turbocargados es la existencia del tristemente célebre turbo lag, un lapso en el que la entrega de potencia a las ruedas es casi nula, y que afecta severamente al desempeño de los vehículos en pista.
Con el objetivo de mejorar el desempeño de sus autos, y reducir al máximo el turbo-lag, Mercedes-AMG ha comenzado el desarrollo de un nuevo turbocompresor eléctrico para sus motores, tecnología que ya hemos visto en otros fabricantes, como Audi, quien ya lo implementó en el nuevo SQ7.
El desarrollo de esta tecnología está a cargo del especialista Garret Motion, un fabricante que colabora con Mercedes-AMG desde el mundo de la Fórmula 1, por lo que es un socio confiable para la construcción de un turbocompresor apoyado por un motor eléctrico integrado en el eje de la turbina, configuración que permite que esta se mantenga acelerada aun cuando los gases de escape no la han accionado, reduciendo así la caída de potencia.
Antes de la implementación de los turbocompresores eléctricos, el mundo automotriz había optado por fabricar motores biturbo, que incorporaban dos turbinas de diferente tamaño que actuaban en distintos momentos dependiendo las necesidades del motor, sin embargo, esta tecnología no solucionaba del todo las deficiencias del turbocompresor y por el contrario su mantenimiento y costo de producción era más elevado.
Ahora, con la implementación de los turbos eléctricos, se puede mantener la tecnología de los motores biturbo, pero con una eficiencia mucho mayor, pues la bobina eléctrica ayudará a acelerar la turbina del compresor de mayor tamaño, logrando con ello que la entrega de potencia sea suave y uniforme.
Por ahora Mercedes-AMG no ha anunciado cuáles serán los modelos que podrían disfrutar de esta tecnología, aunque se sospecha que el nuevo GT Black Series podría ser uno de ellos, pues Tobias Moers, actual responsable de la marca, anunció hace unas semanas que este modelo tendría una tecnología “nunca vista en AMG” aunque para confirmarlo habrá que esperar su llegada.
Como sea, no podemos negar que la implementación de la electricidad en los turbocompresores podría darnos una nueva dimensión en aceleración y torque en los vehículos de combustión interna, dejando en el pasado el molesto turbo lag que tanto se mencionaba entre los fanáticos del alto rendimiento.
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