Los modelos que actualmente ofrece MG son muy diferentes a los que la hicieron famosa hace décadas. Hoy la marca ya no persigue un enfoque premium, pero dentro de sus planes sí hay modelos de gama alta, como el MG 7 que hoy nos presentan: un seductor fastback que por fin explota el espíritu de los MG de antaño.
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Lo primero que llama la atención, sin duda, es el diseño. Hay líneas tensas hacia donde miremos, enormes tomas de aire y una musculosa silueta con sabor a coupé, pero en configuración de cinco puertas. La trasera luce particularmente deportiva gracias al vistoso difusor con cuatro salidas de escape y a las calaveras con luz de LED continua por todo lo ancho de la cajuela.
A eso me refiero cuando digo que el MG 7 explota el espíritu de los MG de antaño. La marca por fin nos habla de un modelo que va más allá del discurso de buen valor por tu dinero. Este vanidoso fastback muestra la cara más premium de una marca que hace tiempo dejó de ser premium, y que incluso rinde tributo a su pasado a través de su color de lanzamiento: el clásico verde británico.
El MG 7 mide 4.88 metros de largo, convirtiéndose en una alternativa a sedanes medianos como Honda Accord o Nissan Altima. Sus proporciones incluso lo dejan cerca del KIA Stinger, aunque lo que hay bajo el cofre de este MG apunta más hacia el confort, que hacia un desempeño plenamente deportivo.
Al momento de su lanzamiento hay dos opciones de motor. El más accesible es compartido con el MG GT: un motor turbo de 1.5 litros, capaz de generar 185 hp y 221 lb-pie, enviados al eje delantero mediante una transmisión automática de doble embrague de siete cambios. El motor más potente de la gama también es turbo, pero de 2.0 litros —exclusivo de la versión Trophy— y genera 257 hp y 298 lb-pie, en combinación con una transmisión automática ZF de nueve velocidades. Esta versión incluye, además, diferencial electrónico de deslizamiento limitado y suspensión adaptativa.
Hablemos ahora de sus interiores. La cabina del MG 7 llama la atención, sobre todo, por el estilo minimalista y los ángulos afilados a lo largo del tablero. Encontraremos una estilizada consola central, asientos de diseño deportivo y un grupo de pantallas de 33" unidas por una sola pieza, destinadas para el cuadro de instrumentos digital y el sistema multimedia.
Todo está listo para que MG comience a vender el Siete en China, su mercado de origen. No sabemos si buscará exportarlo a otras regiones del mundo, aunque su configuración tiene potencial de triunfar en Europa. La baja demanda de sedanes medianos en México podría complicar la llegada de este modelo a nuestras calles, sin embargo, su presencia ayudaría a fortalecer la imagen de MG en nuestro país. La puerta no parece cerrada.
