Porsche 989: el Panamera estaba listo desde finales de los 80, pero tal vez nosotros no lo estábamos para él
El Porsche Panamera es la interpretación del sedán, o más bien liftback, de la marca de Stuttgart, un auto que mantiene el desempeño característico de la marca, pero que permite transportar a cuatro o cinco personas en un espacio lujoso. Dicho auto se estrenó en 2009 y se convirtió en otro éxito, sin embargo, su idea estaba lista desde décadas atrás. Así era el Porsche 989.
Durante finales de los ochenta en Alemania BMW y Mercedes-Benz estaban en una carrera por presentar el sedán deportivo definitivo, BMW tenía al M5 y Mercedes-Benz hacía lo propio con el 300 E W124 que se ayudaba de la mano de AMG. Porsche desde su trinchera vio una oportunidad en ese segmento y en 1988 comenzaron desde cero el proceso para crear un sedán de altas prestaciones.
Los diseñadores de Porsche se basaron completamente en la icónica silueta del 911, auto que definitivamente es su estandarte y al hacer un diseño inspirado en él podían tener un punto de apoyo para su estrategia de marketing. Aunque para esa época la silueta del "coupé de cuatro puertas" no gozaba de la popularidad de ahora, se preferían las carrocerías de tres volúmenes tradicionales de cualquier sedán común.
Su interior por otro lado llevaba mucho lujo y refinamiento con materiales de calidad y mucho equipamiento como esperarías de un Porsche y de un sedán de lujo que quería quitarle una rebanada al pastel del M5.
Su peso pasaba por poco de los 1,500 kg y su velocidad punta era de 279 km/h, toda una bala para su época.
Para crear este auto y poder ofrecer un diseño atractivo, espacio decente en cabina y cajuela, Porsche optó por una configuración de motor frontal. En un inicio pensaron en usar un motor bóxer de seis cilindros como normalmente hacen en el 911, sin embargo era muy complicado para esa configuración por lo tanto casi de inmediato cambiaron de rumbo y acomodaron un V8 de 4.2 litros que producía 350 hp, una potencia alta para esas fechas considerando que el 911 turbo de ese entonces producía 282 hp. Porsche incluso se atrevió a probar con una de las primeras iteraciones de la transmisión PDK de doble embrague, aunque principalmente apuntarían a venderlo con caja manual de 6 cambios. Incluso planeaban ofrecerlo con un paquete de frenos carboncerámicos opcionales.
Este motor era algo similar al usado por Audi para sus modelos más grandes en ese entonces, aunque con varias modificaciones para ir acorde a lo que Porsche buscaba.
Para poder probar este motor, Porsche lo adaptó a un Mercedes-Benz W124 ya que contaba con características, de tamaño y peso similares a las del 989. El desarrollo iba por buen camino, en parte por el animo de entrar a la batalla de los sedanes deportivos, pero también por la buena dirección de Ulrich Bez, encargado del proyecto.
Los ejecutivos de Porsche veían con tan buenos ojos al 989 que incluso habían puesto al año 1995 como fecha límite para presentar este auto. Desafortunadamente durante su proceso de desarrollo, Porsche menguó en sus finanzas a tal grado que algunos medios apuntaban a que pudo declararse en bancarrota en 1991 o que incluso Daimler compraría a la compañía.
Esta serie de problemas económicos más el hecho de que Porsche se esforzó tanto en ofrecer cuanta innovación pudiera para hacerlo el referente en el segmento, hizo que su desarrollo y producción pudieran volverse extremadamente caros, teniendo como consecuencia que el auto se alejara también mucho en precio de sus otros rivales alemanes, lo que seguramente terminaría ahuyentando a sus posibles consumidores.
Aunque se canceló algunos de sus detalles de diseño se usaron para darle forma a las generaciones 993 y 996 del Porsche 911.
Además su silueta, si bien muy agradable, distaba mucho de las normas de la época para los sedanes y teniendo en cuenta las críticas que la marca recibió cuando lanzó el Cayenne años más adelante, el 989 podría haber sufrido por adelantarse a su época. Al final del día Porsche decidió cancelar el proyecto entre finales de 1991 principios de 1992. Tras cancelarlo se enfocaron en regresar a sus raíces y ofrecer un producto deportivo y más accesible, esto dio paso al Boxster que fue una bocanada de aire fresco para las agonizantes finanzas de la marca.