El Škoda Scala tiene plataforma de Ibiza, talla de Golf y la ambición de un A3
Quizá el nombre Scala te remita a aquel sedán coreano que Renault vendió en México hace algunos años. Sin embargo, en Europa supone un modelo radicalmente distinto. Se trata del nuevo hatchback compacto de Škoda, que con la plataforma de un Polo y la talla de un Golf, busca atraer nuevos y jóvenes clientes a firma checa.
El Scala se convierte también en el primer paso de Škoda hacia su nueva generación de productos, con un lenguaje de diseño más pasional, mayor atención a una conducción deportiva y una serie de accesorios tecnológicos —en seguridad y conectividad— que lo dejan a la par de cualquiera de las marcas de Grupo Volkswagen.
Un Škoda más atrevido
En el diseño del Scala encontraremos elementos muy característicos de los Škoda de toda la vida, como la tradicional parrilla de rejillas verticales, faros cuadrados y rasgos, hasta cierto punto, discretos. Lo cierto es que ahora vemos trazos más llamativos, sobre todo en la fascia, donde se colocan tomas de aire más grandes. Decora la carrocería con espejos y techo en acabado negro brillante, así como rines de hasta 18 pulgadas.
La parte trasera es probablemente la más arriesgada, no sólo por el inédito diseño de calaveras, distinto a lo que encontramos en cualquiera de los vehículos de la marca actualmente, sino por haberse permitido eliminar el logotipo de Škoda. Si miras con atención, el portón de la cajuela renuncia al emblema y lo sustituye sólo por letras, colocadas en una superficie de cristal, como extensión del medallón.
Pongámonos más técnicos y hablemos de su talla. Con 4.36 metros de largo, el Škoda Scala se coloca cómodamente en el segmento de los compactos hatchbacks, el mismo de Golf, León, Focus, Astra, entre otros. Su plataforma, sin embargo, proviene de una categoría distinta. En lugar de recurrir a la misma MQB del resto de los compactos de Grupo Volkswagen, el Scala utiliza la MQB A0 de Ibiza, Polo y Audi A1, extendida para lograr una distancia entre ejes de 2,649 mm, ligeramente mayor a la del Golf actual.
Su cabina promete buen espacio interior y soluciones prácticas de la filosofía Simply Clever del fabricante checo, tales como: cuatro puertos USB de carga, mesitas en los respaldos delanteros, espacios para guardar monedas y llaves, divisiones en la cajuela, portón trasero eléctrico, un sujetador para el boleto del parquímetro, entre otros. La cajuela tiene espacio para 467 litros.
Tan tecnológico como un Audi
Škoda quiere dejar de ser el patito feo de Grupo Volkswagen. Sus últimos lanzamientos desvanecen la frontera tecnológica que antes existía entre los modelos de SEAT, Volkswagen e incluso de Audi. El Scala es la máxima prueba de esta evolución, y es que puede equipar un cuadro de instrumentos totalmente digital, con pantalla configurable de 10.25 pulgadas. El sistema de infotenimiento se controla a través de una pantalla de 9.2 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Quizá la mayor sorpresa llega al hablar de conectividad. La interfaz del infotenimiento ofrece una serie de servicios en línea y remotos para atender el objetivo de la marca de atraer a clientes jóvenes "adictos a internet". Por tal motivo se ofrece información de tráfico en tiempo real, clima, noticias e incluso el precio de estacionamientos y combustible. A través de una aplicación móvil se pueden bloquear o desbloquear las puertas de manera remota y acceder a información de la computadora de viaje.
Škoda también promete una mayor atención a la calidad del interior. El diseño del tablero rompe esquemas dentro de la marca, aunque no totalmente dentro de Grupo Volkswagen. La posición de la pantalla, de las rejillas de ventilación y de los controles del aire acondicionado recuerdan a Polo y T-Cross, aunque en el caso del Scala, Škoda habla de superficies gomosas y agradables al tacto.
Motores de 90 a 150 hp
La gama de motores también es compartida con múltiples modelos de Grupo Volkswagen. El motor más modesto es de 1.0 litro, capaz de quemar gas natural y desarrollar 90 hp. Le sigue un motor TSI de 1.0 litro con dos salidas de potencia, según versiones: 95 o 115 hp. A gasolina, el propulsor más potente desarrolla 150 hp y corresponde al nuevo TSI Evo de 1.5 litros, estrenado en Golf el año pasado. Existe también una versión diesel de 1.6 litros de 115 hp.
Además de orientarse al ahorro de combustible —como siempre ha sido en Škoda—, el Scala también presta atención a las sensaciones de manejo. Más allá de compartir plataforma con modelos valorados por su conducción, el nuevo compacto checo permite equipar un chasís deportivo 15 mm más bajo que el convencional, con amortiguación variable. El conductor puede elegir entre modos de conducción Normal, Sport, Eco e Individual.
Un nuevo hatchback al ataque
El Škoda Scala comenzará a venderse en los principales mercados europeos en el transcurso de 2019, para competir contra una larga lista de rivales, algunos de ellos con amplia trayectoria en el Viejo Continente, como Volkswagen Golf, Ford Focus, Opel Astra, Renault Mégane, SEAT León, entre otros.
Los precios todavía no son anunciados, sin embargo, su gama deberá comenzar ligeramente por abajo de sus rivales, atendiendo la estrategia de bajo costo que sigue Škoda actualmente. Las versiones mejor dotadas no serán precisamente accesibles, aunque deberán ofrecer una mejor relación valor/precio que sus rivales alemán y español.