El próximo 31 de mayo, la casa de subastas RM Sotheby's pondrá bajo el martillo un automóvil muy peculiar: un FIAT 500L, el cual proporcionó el ahora Grupo Stellantis a la iglesia católica para ser utilizado durante la visita del Papa Francisco a Estados Unidos, en septiembre de 2015.
Una elección que, hace casi 10 años, tuvo mucho sentido, pues se trata de un coche italiano, país sede de la iglesia católica que rodea la ciudad-estado del Vaticano, y es relativamente espacioso si lo comparamos con un FIAT 500 convencional, y que quizá hubiera resultado incómodo para el Papa, gracias a sus 4.15 metros de largo, 1.78 de ancho y 1.66 de alto. Además, también se trata de un coche relativamente discreto, acorde con el pensamiento del Papa, quien se ha esforzado en ser humilde.
Más allá de haber sido utilizado por el máximo líder de la iglesia católica, lo cierto es que el vehículo no tiene alguna modificación o aditamento especial, solo es un 500L de producción en serie, terminado en un tono Grigio Scuro y un techo del color de la carrocería, que es impulsado por un motor de cuatro cilindros turbocargado, de 1.4 litros, que entrega 160 caballos de fuerza y 184 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de seis velocidades. El interior cuenta con tapicería de piel y su aspecto es impecable.
Lo que sí llama la atención es que, en sus casi 10 años de existencia, este FIAT 500L sólo ha recorrido 1,244 kilómetros, por lo que está prácticamente nuevo. Si bien no se trata de un papamóvil en forma, la casa de subastas espera que el coche recaude en la subasta entre 50 mil y 100 mil dólares. La venta incluye una copia de un título anterior que enumera a la Arquidiócesis de Nueva York como propietario legal.