Con unas vueltas en pista nos dimos cuenta que el Jaguar F-Pace quiere ser mejor que

Luego de que conocimos al primer SUV de Jaguar por los aires junto a los dioses de Teotihuacán, le hemos puesto las manos encima al F-Pace, SUV que ofrece un dinamismo propio de la herencia deportiva del F-Type en conjunto con una comodidad y capacidades propias de una camioneta con alto grado de lujo y elegancia.

El segmento donde se coloca este nuevo producto global de la marca británica ya lleva varios años en el mercado y, aunque ha llegado tarde a él, el producto ha sido correctamente pensado y analizado para atacar por tamaño y habitabilidad a SUV Premium grandes así como a SUV Premium medianas por dinamismo y agilidad en su manejo.

Un jaguar en toda la extensión de la palabra

A simple vista el nuevo F-Pace luce un dinamismo que invita a conducirlo, sus líneas provocativas y rasgos inequívocos de su parecido con el deportivo F-Type nos dan una idea de sus capacidades dinámicas.

Antes de describir nuestra experiencia tras el volante, hay que saber que llegarán a México tres versiones del F-Pace de acuerdo a su equipamiento: Prestige, R-Sport y First Edition y como bien lo dice su nombre, ésta última solamente estará disponible para el año en curso con un total de 30 unidades disponibles para México por un precio de 99,900 dólares que cuenta con una gran carga de equipamiento adicional destacando rines de 20 pulgadas, asistencia de conducción adaptativa, head up display, sistema de audio con 17 bocinas y un motor V6 de 3.0 litros supercargado llevado a los 380 HP.

En cuanto a las otras dos versiones, desde la Prestige se tiene todo el equipamiento que se espera de un SUV Premium como rines de 18 pulgadas, luces diurnas de LED con J blade Daytime Running Lights, techo panorámico, asientos de piel Taurus, sistema de navegación y todo el equipamiento de seguridad que consta de seis bolsas de aire, asistente de marcha en pendiente, controles de tracción y estabilidad y asistente de frenado de emergencia. La versión R-Sport además cuenta con rines de 20 pulgadas, paquete deportivo R-Sport con fascias, ventilas laterales y estribos propios de la versión, faros LED, monitor de instrumentación con pantalla de 12.3 pulgadas en HD, sistema de estacionamiento, entre otras.

Ambas versiones, Prestige y R-Sport cuentan con el mismo motor V6 supercargado de 3.0 litros con 340 HP y 332 lb-pie de torque @ 4,000 rpm, transmisión automática de ocho velocidades con Jaguar Sequential Shift y tracción total All Wheel Drive.

Se ve bien y se siente aún mejor

Ganas no nos faltaban para ponerle las manos encima a este producto británico que tiene en los SUV alemanes sus principales competidores y es que por tamaño, se coloca entre Porsche Cayenne y Porsche Macan aunque tiene en sus rivales directos a ésta última, al Audi Q5, BMW X3, Mercedes Benz GLC y Volvo XC60.

En una primera etapa probamos la versión R-Sport con el motor de 340 HP y lo primero que nos llamó la atención fue el sonido del motor V6 que siendo heredado del F-Type, cuenta con un rugido que aún en pista abierta se escucha estremecedor, en cuanto a aceleración, que de acuerdo a la marca tarda 5.8 segundos en llegar a los 100 km/h nos pareció una cifra acertada ya que su construcción en aluminio hace que se sienta una camioneta muy ligera. Posteriormente pudimos comprobar las capacidades de la versión First Edition con 380 HP que aumentan un tanto más las capacidades dinámicas y la respuesta del acelerador llegando a los 100 km/hr en 5.5 segundos.

Hablando de su comportamiento en curva y capacidad para realizar cambios repentinos de dirección, realizamos la prueba del alce en mojado con piso resbaloso y pudimos comprobar que la puesta a punto del F-Pace es sobresaliente, sus sistemas de asistencia logran tener un completo control del auto y la deportividad de su manejo es capaz de transmitir mucha emoción al conductor.