De acuerdo a su origen, existen dos categorías de lubricantes: minerales y sintéticos. Las características son muy diferentes, unos son derivados del petróleo, los otros diseñados según nuestras necesidades, ¿qué aceite es el más conveniente para tu motor?
Si la principal preocupación de un conductor es la reducción de la fricción para proteger el motor de su auto, sería natural que un producto con tecnología sintética como Mobil Super™ Anti-friction venga a su mente, pero ¿cuál sería la lógica de elegir esta opción?
Bueno, partamos del hecho de que los lubricantes son sustancias con propiedades físico-químicas que al colocarse entre dos superficies que se mueven, ayudan justamente a disminuir la fricción y el desgaste entre las piezas, pero que también ayudan a controlar la temperatura, proteger de la corrosión, reducir los contaminantes; además, son selladores y hacen más eficiente al motor.
Los aceites minerales son los más económicos porque son resultado de algunos procesos del refinamiento del petróleo, pero es necesario combinarlos con distintos aditivos para que soporten diversas condiciones de trabajo, sean capaces de funcionar adecuadamente a diferentes temperaturas (sobre todo si son altas) y que su índice de viscosidad sea mayor al original.
Los sintéticos, por otro lado, se obtienen a partir de otro tipo de sustancias, no del petróleo, y son diseñados para ofrecer soluciones específicas, como la anti-fricción.
En general, se busca que los aceites sean más “resbalosos” para que la fricción se reduzca al máximo. En el caso de los sintéticos, sus moléculas (idénticas y diseñadas especialmente para ello) se adhieren a las paredes de las piezas y las protegen durante el deslizamiento (capa anti-fricción).
De manera que si la principal preocupación es la protección del motor del desgaste a causa de la fricción, es necesario elegir aquel que ofrezca una mayor protección a distintas temperaturas e, incluso, tenga otras ventajas como el ahorro de gasolina.
Los fabricantes recomiendan un cierto tipo de aceite en el manual del vehículo; sin embargo, el uso y las condiciones a las que se someten los motores comienzan a generar necesidades distintas a las originales y es ahí donde, si la necesidad es muy específica, hay que optar por aquellos productos diseñados especialmente para ofrecer soluciones. Como ocurre con Mobil Super™ Anti-friction que, aunque cuenta con distintas ventajas, su principal función es la de proteger a la máquina de la fricción y el desgaste.