Porsche Cayman GTS, lo manejamos y de nuevo nos hemos enamorado de otro Porsche. Prueba (parte 2)
Ya les hemos contado en la primera parte de la prueba las características exteriores e interiores del Porsche Cayman GTS, los discretos pero muy efectivos detalles estéticos que lo hacen diferente al resto de la gama y lo mucho que nos ha gustado la calidad y los materiales de su interior que cumplen hasta para los gustos más exigentes que puedan pagar un total de $1,297,889 pesos que cuesta en México esta versión GTS del coupé alemán.
Antes de empezar con nuestra mágica experiencia al volante del Cayman GTS, es necesario mencionar los datos duros y tener una clara antesala de por qué utilizamos el adjetivo mágico en líneas previas. El peso del auto es de solamente 1,375 kg y su motor es el mismo seis cilindros bóxer de 3.4 litros que encontramos en el Cayman y Cayman S pero con 15 caballos más de potencia y un aumento de 7 lb/pie de torque. En total, el motor atmosférico entrega 340 HP y un torque de 280 lb/pie, la tracción es enviada a las ruedas traseras y la transmisión encargada de hacerlo es la increíble PDK de 7 relaciones. ¿Se imaginan lo que vivimos en este auto? Aquí lo tenemos para ustedes.
Primero, y sin estar tan felices, lo condujimos en tráfico citadino
Estar tras el volante del auto nos exige en todo momento pisar el acelerador, y en mi caso particular aún más ya que soy de aquellos que disfruta de gran manera la adrenalina abordo de este tipo de autos. Aún así, durante los primeros días tuvimos un manejo citadino, en el típico tráfico de grandes ciudades como la Ciudad de México y Puebla donde no pudimos hacer más allá de un brusco acelerón de semáforo a semáforo pero era suficiente para agradecer el grave y contundente sonido que emana el escape aún en el modo normal de manejo.
Con sorpresa, la comodidad del Cayman GTS en este tipo de manejo es sobresaliente, subir y bajar de él no es tarea complicada, el motor y la caja de velocidades se comportan de manera que no existe aquella incomodidad de conducir un auto deportivo dentro de la ciudad como aquellos bruscos americanos que al final de un día de manejo cansan al cuerpo. No es que sea la sala más cómoda de una casa pero, como lo dijimos, sorprende su comportamiento el cuál hace muy cómodo pasar horas y horas en él, aún cuando no estemos disfrutando de sus mejores cualidades que obviamente son las deportivas.
Ahora sí... ¡Al verdadero goce del auto!
Tener un Porsche, cualquiera que sea, desde el más sencillo o el más familiar, y manejarlo solamente en ciudad es un pecado así que nos dispusimos a buscar un escenario ideal para disfrutar de su manejo y ¿qué creen? lo encontramos, una solitaria carretera de montaña con el asfalto en buenas condiciones, curvas cerradas, curvas abiertas, tanto en subida como en bajada, el auto a nuestra disposición y aquí es donde uno se da cuenta de que este auto vale cada peso de lo que cuesta.
La experiencia comenzó conociendo los 10 kilómetros de escenario ideal que habíamos encontrado, subimos y bajamos el tramo en modo de manejo normal, nos cercioramos que todo estuviera bajo control y un poco de sudor en las manos se hizo presente, y no lo niego, al momento de estar escribiendo estas líneas y recordando lo vivido, también me han empezado a sudar.
Subimos las ventanillas, configuramos el motor en modo Sport el cual endurece la dirección, hace más sensible el acelerador y cambia la configuración de la caja para rodar a regimenes más altos de revoluciones por minuto, ajustamos los amortiguadores en modo deportivo mediante el sistema Porsche Active Suspension Management el cual baja la suspensión 10 milímetros, "abrimos" los escapes para que entregaran su nota más grave y estruendosa y ¡aceleramos a fondo!
La aceleración es lineal, los 4.4 segundos en los que promete llegar a 100 km/hr parecen ser menos al escuchar el ronco sonido que encanta, la caja de velocidades en modo automático sabe a la perfección qué relación escoger para entregar sus mejores capacidades y la dirección es tan precisa como pocas. El auto nos da la confianza de tomar curvas a velocidades considerables sin mostrar nerviosismo alguno y aquí es donde nos damos cuenta de la gran ingeniería de la marca así como de la magia que es contar con una tracción trasera y el motor central que resulta en un reparto de pesos ideal.
Pero eso no era todo... volvimos al kilómetro 0/10 de este trazado con el ritmo cardíaco más revolucionado que el motor del Cayman, respiramos un poco, bajamos las ventanillas, colocamos el modo Sport Plus que hace aún más deportivas sus características y nos enfilamos a continuar, ahora con más confianza y plena disposición de la caja de cambios mediante la utilización de las paletas ubicadas detrás del volante.
Sport ¿Plus? Sí, en primer lugar, la brusca "patada" de la caja de velocidades es algo que se disfruta sabiendo que ella es producto de la rapidez con la que la PDK sube de relaciones hasta el límite en las 7,400 vueltas, la suspensión se siente más dura igualmente que la dirección y la capacidad de revolucionar el motor está enteramente al gusto del conductor. Este es el modo de manejo más radical, ideal para disfrutarlo a plenitud en un circuito pero en esta ocasión, nos demostró que el camino le quedó corto al auto.
Seguimos disfrutando del manejo en carretera de montaña y nos atrevimos a aumentar la velocidad para tomar las curvas y el auto y su electrónica llegan a corregir, dentro de los límites de la física, cualquier abuso en el acelerador. No, no nos atrevimos a desconectar el control de estabilidad ya que al final de cuentas perderle el respeto a un auto puede llegar a tener graves consecuencias, sin embargo, la diversión es tanta que al escuchar cómo revoluciona el motor al acelerar a fondo, bajar de marcha de forma manual y escuchar ahora el petardeo del motor / escape al entrar a una curva para finalizar con otra aceleración a fondo es algo que podríamos hacer sin cesar.
Un amor para recordar...
Como aquellos amores que te provocan una sonrisa al recordarlos, el Porsche Cayman GTS es uno más que difícilmente se olvidará. Las sensaciones que 15 HP más de potencia, un escape y suspensión con orientación más deportiva así como otros pequeños y correctos detalles que caracterizan a esta versión GTS son suficientes para que, a partir de una ya un muy buen auto, aparezca éste que hechiza con sus capacidades y sensaciones ofrecidas cuando se maneja de modo deportivo. Como extra, está su cómodo andar en ciudad, el completo equipamiento con el que cuenta y las pasiones que levanta al verlo circular.
Como regalo, aquí está un pequeño video de 15 segundos en el que apenas se puede ver al auto pasar, lo interesante es subir el volumen de las bocinas antes de reproducirlo y percibir el trinar de los pájaros en el tranquilo bosque justo antes de que pase a gran velocidad el auto y su respectivo sonido del que repetidamente hablamos en esta nota.
¡Ah! El fabricante dice que su velocidad máxima es de 285 km/hr, nosotros creemos que es un poco más.
Más en Motorpasión México | Porsche Cayman GTS. Prueba (parte 1)